Su economía, que había sido tempranamente abastecida por la minería, se volcó hacia la agricultura y el turismo.
Está situada a orillas del río Boise, al pie de las Montañas Rocosas.
Los orígenes de la ciudad se remontan hacia 1830 cuando se estableció el Fort Boise, el cual estaba originalmente ubicado 64 km al oeste de la actual ciudad, en la fronterá con Oregon.
Fort Boise fue construido por la Compañía Hudson, pero fue abandonado en 1850 debido a diversas masacres ocurridas en la zona.
La nueva ubicación fue seleccionada debido a que estaba cerca de la intersección del camino a Oregón y un camino que conectaba las zonas mineras, las cuales estaban en auge en ese momento.
La medida ocasionó un litigio entre la entonces capital Lewiston y Boise, que duró dos años.
Ellos llamaron a este "La Rivière boisée", que significa "el río boscoso".