En 1182 se retiró debido a su avanzada edad y murió en Marrakech cuatro años más tarde.
Ibn Tufail pone en forma de novela filosófica el concepto del "solitario", ya introducido por Avempace en su obra capital El régimen del solitario, encarnándolo en la persona de Hayy ibn Yaqzan, un joven que, como siglos más tarde, Daniel Defoe emulará con variantes en Robinson Crusoe, nace y crece totalmente solo en una isla desierta.
Con ello Ibn Tufail demuestra que la verdad revelada por la religión y la verdad intelectual filosófica son la misma.
Por tanto, la verdadera vida intelectual o religiosa (que, es a fin de cuentas, la misma) no se da en una sociedad que practica una religión reducida a ritos formales y al cumplimiento meramente externo e hipócrita de las leyes religiosas.
En 1671 se publicó en Londres una traducción al latín a partir de un manuscrito árabe, titulada Philosophus autodidactus (El filósofo autodidacta), cambio lógico por cuanto el personaje principal de esta obra no tiene maestros sino que se educa a sí mismo.