El Rabí Szold también trabajó para la liberación de los negros esclavos y en una ocasión se entrevistó con el presidente Abraham Lincoln para solicitar y evitar la pena de muerte a un condenado.
Él personalmente le enseñó a Henrietta que el judaísmo se trataba no solo de una religión, sino una forma de vida, en que las personas se ayudaban unas a otras.
Adam's School y en la escuela religiosa de la sinagoga donde era líder espiritual su padre.
Asimismo, fue elegida como miembro del comité Henrietta Szold, la primera y única mujer que ha estado en semejante posición, apenas contaba con 27 años de edad.
En el mismo sirvió desde su fundación en 1888 hasta 1931 cuando sus deberes en Palestina requirieron todo su esfuerzo y dedicación.
Durante su permanencia en la “Jewish Publication Society of America” Henrietta Szold se convirtió en la Secretaria Editorial de la organización debido a sus vastos conocimientos en literatura y lingüísticos además de su disciplina férrea que la hacían insustituible en esta labor, trasladándose de Baltimore a Filadelfia donde la “Jewish Publication Society of America” radicaba.
En 1903, después del fallecimiento de su padre, se muda junto a su madre a Nueva York, en Morningside Heights en el alto Manhattan justo frente al nuevo edificio del recién organizado Seminario Teológico Judío.
Aun cuando Palestina no le era totalmente desconocida a Szold, estar físicamente ahí, visitar los lugares santos, conocer las nuevas generaciones de judíos, así como sus instituciones tuvo un gran impacto en su futuro.
Quedó impresionada entre la belleza del lugar, así como las miserias y enfermedades que padecían gran parte de la población.
Esto le hizo contrastar con los niños afuera, especialmente aquellos que padecían enfermedades oculares.
Su propia madre fue la inspiradora cuando le dijo que ese era un magnífico lugar para un trabajo social a realizar por las mujeres de su círculo sionista.
Lo anterior hizo que se recibiera desde los primeros momentos con beneplácito por parte de toda la población.
Desde Jerusalén, ya con 84 años, transmitió un mensaje radial agradeciendo tan alto honor.
Sin lugar a dudas Henrietta Szold era modesta y una maestra por naturaleza.
Usando un viejo mapa se pudo identificar la misma, restaurándose y reinaugurándose nuevamente.
En múltiples ocasiones Szold y Hadassa han sido reconocidos numismáticamente por el Estado de Israel.