Henri Becquerel

Becquerel nació en París, en una familia rica que produjo cuatro generaciones de científicos incluidos su abuelo, su padre, y su hijo.[8]​ Su muerte fue por causas desconocidas, pero se informó que «había desarrollado quemaduras graves en la piel, probablemente por la manipulación de materiales radiactivos.»[9]​ En 1896 descubrió una nueva propiedad de la materia que posteriormente se denominó radiactividad natural.Sus investigaciones y descubrimientos sirvieron de base a los primeros modelos atómicos.[2]​ También realizó investigaciones sobre la fosforescencia, la espectroscopia y la absorción de la luz.Si se coloca entre la sustancia fosforescente y el papel una moneda o una pantalla metálica perforada con un diseño recortado, se ve que la imagen de estos objetos aparece en el negativo ... De estos experimentos hay que concluir que la sustancia fosforescente en cuestión emite rayos que pasan a través del papel opaco y reducen las sales de plata.[16]​ Pero otros experimentos le llevaron a dudar y luego abandonar esta hipótesis.Dado que el sol no salió en los días siguientes, revelé las placas fotográficas el 1 de marzo, esperando encontrar las imágenes muy débiles.En cambio, las siluetas aparecieron con gran intensidad... Una hipótesis que se presenta a la mente de forma natural sería suponer que estos rayos, cuyos efectos tienen una gran similitud con los efectos producidos por los rayos estudiados por M. Lenard y M. Röntgen, son rayos invisibles emitidos por fosforescencia y persisten infinitamente más largo tiempo que la duración de los rayos luminosos emitidos por estos cuerpos.
El diploma del Premio Nobel de física de 1903 otorgado por mitad a Pierre y Marie Curie, y por mitad a Henri Becquerel. Su nombre figura en el texto de la recompensa entregada a la pareja.