Si bien en ambientes urbanos su presencia puede ser inocua, su efecto sobre especies nativas, sobre todo en regiones donde es invasor, es potencialmente negativa.
En casos extraordinarios, la autotomía es parcial y su regeneración puede producir dos o más colas.
[5] En ese continente, además de los países citados, también cuenta con registros en México, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica,[6] Panamá, Guatemala, Cuba,[7] Trinidad y Tobago, Puerto Rico,[8] Islas Vírgenes,[9] Gran Caimán,[10][11] Martinica, Colombia, Ecuador, Perú,[12] Bolivia,[13] Brasil,[14][15] Venezuela,[16] las Guayanas[17] y Paraguay.
Como suele ocurrir con los reptiles nocturnos, tiene ojos muy grandes, lo que le permite localizar a sus presas contando con muy poca luz.
[23] El nombre genérico Hemidactylus proviene de la unión de dos palabras en idioma griego: hemi, que significa ‘medio’, y dactylos que se traduce como ‘dedos’; esto alude a la lámina que divide los dedos de las patas delanteras y traseras, es decir, con lamela bajo los dedos.