Guido della Torre

Huyó junto a su tío Raimundo della Torre, que era Patriarca de Aquilea.

Desde su huida del castillo de Baradello, Guido encabezó a los güelfos en las revueltas que se sucedieron en Milán en los últimos años del siglo XIII.

A partir de ese momento buscó forjar nuevas alianzas mediante matrimonios: Pero el depuesto Mateo I Visconti se dedicó a intentar recuperar su trono por todos los medios liderando al partido gibelino.

Las algaradas callejeras fueron en aumento hasta tal punto que tuvieron que actuar las tropas del emperador Enrique VII para poner paz entre los della Torre y los Visconti.

Durante las discusiones de paz, en febrero de 1311, se produjo un altercado entre los familiares de Guido y los soldados imperiales, llegándose a desenvainar las espadas; en pocos minutos la ciudad ardía en violencia y los della Torre se vieron obligados a huir, primero a Lodi, y después a Cremona.