La copia más completa que se conserva es un manuscrito del siglo XVII de la colección Barberini.El cronógrafo fue encargado por un romano cristiano adinerado, conocido como Valentino, al cual fue dedicado.Filócalo fue el grabador de letras oficial del papa Dámaso I (304 - 384), y se describía a sí mismo como Damasi pappae cultor atque amator (adorador y amante del papa Dámaso).La precisión del corte de la piedra y la regularidad orgánica entre las letras sugieren el trabajo de un maestro que trabaja basándose en un boceto, más que un artesano copiando un dibujo elaborado.[6] El estilo Tuscan fue enormemente popular durante la época victoriana, y aún sigue siendo utilizado hoy en día.