Beck nació en Freiburg im Breisgau, y entró en el ejército del Imperio austríaco en 1848.
Ocupó este puesto, junto con el de adjunto-general y jefe de la cancillería militar imperial hasta 1881, ganándose la confianza del emperador y ejerciendo la mayor influencia en todas las cuestiones militares.
En 1878 se le confió una misión similar bajo el mando del comandante en jefe de las tropas operando en Bosnia.
En 1881 fue hecho Jefe de Estado Mayor del Ejército Imperial y Real, un puesto que ocupó hasta 1906.
Su consejo no solo fue escuchado en asuntos militares, sino que frecuentemente ejerció una gran influencia en importantes cuestiones políticas y personales, ganándose una gran reputación en la monarquía como uno de los hombres más influyentes.