[1][2] Frederick Griffith nació en Hale (Inglaterra) y estudió genética en la Universidad de Liverpool.
Sin embargo, su creatividad y su mente inquisitoria le ayudaron a sobresalir en la exploración científica.
Griffith murió mientras trabajaba en su laboratorio en 1941, junto con su compañero y amigo, el bacteriólogo William M. Scott, durante un bombardeo alemán en la Segunda Guerra Mundial.
El "experimento de Griffith", que le hizo más famoso, tuvo lugar mientras investigaba una vacuna para prevenir la neumonía durante la pandemia de gripe que tuvo lugar tras la Primera Guerra Mundial.
Esta cápsula permitía a la bacteria resistir los ataques del sistema inmune.