El Ejército Dominicano ( en español : Ejército de República Dominicana ) es una de las tres ramas de las Fuerzas Armadas de la República Dominicana , junto con la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea .
El ejército dominicano, con 28,750 efectivos en servicio activo, está compuesto por seis brigadas de infantería, una brigada de apoyo de combate, una brigada de apoyo de servicio de combate y el escuadrón de caballería aérea.
La isla La Española fue un importante enclave durante todo el periodo colonial y albergó la Audiencia de Santo Domingo, la primera de América (1511), cuya jurisdicción se extendía por todo el Caribe . En 1697, por la Paz de Ryswick, quedó dividida en dos comunidades: la española en la zona oriental y la francesa en la occidental; permaneciendo así hasta 1795, con la cesión de la soberanía sobre el oeste de la isla a Francia por el Tratado de Basilea , siendo recuperada la soberanía española en 1809. Años después, fue proclamada independiente en 1821, ocupada por Haití en 1822, liberada de nuevo en 1844, e incorporada de nuevo a España en 1861 por decisión de sus propios gobernantes hasta constituirse definitivamente como república independiente en 1865.
Debido a estos vaivenes políticos y a su posición y situación estratégica, la historia bélica de la República Dominicana es larga y compleja. En el siglo XVIII, la isla se caracterizó en el exterior por una defensa racional y por una cierta calma respecto a los conflictos internacionales librados en su suelo. Sin embargo, en el interior de la isla a lo largo de la frontera entre las posesiones españolas y francesas, una línea Norte-Sur, nada clara y poco definida; constituyó una zona de continuos roces y problemas.
Distribución del cuerpo de milicia de la Capitanía General de Santo Domingo para 1721:
En 1738 se promulgó el Reglamento para la guarnición de la Plaza de Santo Domingo, en la isla La Española, Castillos y Fuertes bajo su jurisdicción . Con él se pretendía corregir muchos de los defectos que se advertían en el ejército ubicado en la isla, como eran: desigualdad en la dotación de las compañías, en unas sobraban soldados y en otras faltaban; sueldos diferentes para oficiales de idéntico grado, llegando incluso a darse la paradoja de que algunos soldados ganaban más que los sargentos; diversidad en la forma de vestir de cada soldado; pocas órdenes para asegurar la disciplina, etc. Para subsanar estas deficiencias, el Reglamento establecía, entre otras, las siguientes disposiciones:
Salarios iguales y correspondientes según grado y mando, más gratificaciones adicionales para Oficiales y Suboficiales, si sus compañías permanecían con un número determinado de soldados. Ninguna persona perteneciente a una Clase o Tropa podía desempeñar dos puestos ni percibir dos sueldos.
Algunas de las unidades que formaron parte de la guarnición de la Capitanía General de Santo Domingo, durante el período colonial fueron:
Compañías de Infantería Voluntaria Morenos de Santo Domingo, se prohibía la entrada a las compañías de dotación a aquellos americanos que no fueran de ascendencia española y de raza blanca, a excepción de los Tamborileros que debían ser personas de color. Aunque esta norma prevalecía para estas tropas regulares, el reclutamiento en las milicias era muy distinto, donde se permitía la entrada de hombres de razas distintas a la blanca, más bien obligatoria, por supuesto, manteniéndose la diferenciación de las unidades por separado según el color de piel de los hombres que debían enrolarse en ella, sin mezclarlos entre sí, o al menos entre mujeres blancas y las de otros orígenes raciales. Por tanto, la misma división que tan marcadamente caracterizó a la sociedad colonial se mantenía intacta a la hora de levantar y regular las milicias y clasificarlas en unidades de blancos, negros y mestizos. Otra cuestión distinta era la participación de los taínos en las milicias, cuestión bastante regulada y cuidada por las autoridades militares de zonas de o con gran población de dicho origen, cuestión que no era la de Santo Domingo.
En 1757 se produce un alzamiento de las tropas del batallón fijo de Santo Domingo quienes se encerraron en la Catedral Primada y amenazaron con asesinar a sus oficiales por falta de pago de sus sueldos (3 años), con la mediación del Arzobispo se les paga la única cantidad que pueden aportar las cajas reales (3 meses a cada uno) y el resto se pide a México como extraordinario, también se concede perdón. Debido a esto las milicias se reorganizan en 1769 y quedan integradas por 15 Compañías de Voluntarios de Infantería (12 de Blancos y 3 de Mulatos) y 6 de Caballería (Voluntarios de Dragones de Santo Domingo) en 1784.
En 1772 se ordenó que las dos Compañías de Frontera fueran sustituidas en el servicio por tres Compañías de Infantería pertenecientes al Batallón Fijo de Santo Domingo. Estas tres Compañías se alternarían con las nueve restantes cada 6 meses para defender las fronteras norte y sur. Además se creó la Compañía de Fieles Prácticos de la Frontera, una especie de expertos baquianos con buen conocimiento de la zona, los pasos y el relevo, que debían actuar como apoyo a las tropas normales de infantería. Estaban integradas por vecinos naturales de la región y eran de suma utilidad para el control de la frontera.
Sin embargo, las tropas españolas en la isla se fueron reduciendo paulatinamente y ésta perdió importancia en la colonización, lo que desembocó más fácilmente en las ocupaciones francesas de 1801 y 1805. En 1795 Santo Domingo fue cedida a Francia por el Tratado de Basilea, pero el Ejército francés de Toussaint Louverture no tomó posesión del territorio hasta 1801. A principios de 1810, se creó el Batallón Auxiliar de Tropas Españolas de la Isla de Santo Domingo, por el virrey (arzobispo) Francisco Javier de Lizana, para reforzar la citada isla con la intención de frenar cualquier intento de expansión napoleónica hacia el continente americano. La dotación de este cuerpo estaba formada por 2 compañías de fusileros y 1 de granaderos, de 100 hombres cada una.
El ejército de reconquista dirigido por el general de brigada Juan Sánchez Ramírez , Diego Polanco en el Cibao y Ciriaco Ramírez en el sur son apoyados por las milicias nacionales (tropas españolas y francesas) comandadas por el capitán Tomas Ramírez Carvajal. Pero sus tropas, en su mayoría hateras, eran solo de unos 1.700 hombres, por lo que Ramírez negoció con las fuerzas británicas en Jamaica y con el capitán general de Puerto Rico para enviar más hombres a tomar Santo Domingo. En agosto de 1809, Juan Sánchez Ramírez entró triunfalmente en la ciudad como gobernador de la isla. Con el nuevo gobierno se crearon dos batallones de infantería para cubrir las posiciones militares que se denominan: uno "batallón fijo de Santo Domingo" al mando del teniente coronel José María de Foxa y el otro "batallón de morenos libres" al mando del teniente coronel Pablo Alí . Además de estos cuerpos, se organizó el cuerpo de artillería al mando del coronel José Massot; batallones de milicias disciplinadas, de las que era jefe superior el teniente coronel Rafael Conti; escuadrones de caballería y compañías de milicias urbanas y rurales y piquetes italianos formados por 4 capitanes, 3 tenientes, 2 subtenientes, 6 sargentos, 3 tambores, 4 cabos y 62 soldados.
En el momento de la invasión, que se llevó a cabo de manera más o menos pacífica, el regimiento “Cantabria” se retiró a Nueva España junto con la compañía de artillería. El batallón fijo fue llevado a Puerto Príncipe y brutalmente masacrado por órdenes de Boyer.
Las fuerzas haitianas que ocupaban el país eran 11 regimientos: el 5, 6, 7, 11, 13, 14, 15, 23, 26, 27, 28. Los cuales sumaban en total 2.200 hombres y además 2 compañías de artillería y 3 regimientos de caballería; cazadores, carabineros y granaderos a caballo. Todos estos muy mal pagados y con muy poca disciplina, el distrito estaba comandado por el general de división Borgella y el comandante de la plaza era el general de brigada Boregrand que era auxiliado por tres ayudantes generales. En Samaná estaba el general Jousint con 400 hombres, en Seibo un general de brigada al mando de 100 hombres, en Bayaguana un coronel con 80 hombres, en Santiago el general Alexandre Morissette con 200 y en los pueblos del interior los mismos comandantes que había antes de Boyer. [2]
El Ejército Nacional se denomina como tal a partir de la Ley No. 928, del 17 de mayo de 1928. Sin embargo, este componente terrestre, definido como Ejército de Tierra en la Constitución de 1844, nació prácticamente con la Primera República Dominicana , reflejándose en las acciones militares protagonizadas por los patriotas el 27 de febrero, encabezadas por el disparo de trabuco del prócer independentista Matías Ramón Mella .
Los integrantes de aquel primer ejército provenían de las unidades haitianas conocidas como Regimientos 31, 32 y 33, que funcionaban en Santo Domingo, los dos primeros, y en Santiago, el tercero y que estaban integrados en su mayoría por dominicanos, así como de las diferentes unidades de la Guardia Cívica, que funcionaban en provincias, en cuyo cuerpo se incorporó e hizo carrera el patricio Juan Pablo Duarte . Las victorias de Azua y Santiago , el 19 y 30 de marzo de 1844 respectivamente, fueron pues reflejo de la aptitud y capacidad militar de los dominicanos, que contaron con el asesoramiento de expertos militares de otras nacionalidades, principalmente de Francia, que prefirieron abrazar el manto de la nueva nación, antes que someterse a la dominación extranjera. (A pesar de la agitada actividad militar posterior a la proclamación de la Independencia Nacional, el 29 de noviembre se ha venido celebrando el aniversario del Ejército Nacional, a propósito de la expedición del Decreto No. 23 de esa fecha en 1844, antes citado).
El 14 de diciembre de 1844 se formaron los Regimientos dominicanos 1 y 2, integrados por veteranos de la recién concluida campaña, cuyas fuerzas actuarían de manera rotatoria en reemplazo de las tropas del Ejército Expedicionario del Sur, al mando del General de Brigada Antonio Duvergé y del de las Fronteras del Norte, comandado por el General de División Francisco A. Salcedo. También se crearon varias unidades distribuidas en distintos puntos del país: El Batallón Ocoa, en Baní, integrado por veteranos de la región e integrado por dos Compañías de Fusileros, una de Cazadores y otra de Granaderos; el Batallón Nigua, en San Cristóbal; el Regimiento Seibano, formado con las tropas de El Seibo, Hato Mayor y un Batallón con base en Higüey.
Mientras que las Fuerzas Militares estaban formadas por las guarniciones de Santo Domingo con dos Regimientos de Infantería No. 1, "Dominicano" y No. 2, "Ozama", formados cada uno por dos batallones, un Escuadrón de Caballería y el Batallón Obrero del Arsenal; en Baní, el Batallón Ocoa y cuatro compañías separadas, en Samaná, una compañía de Artillería; en Neyba, 9 compañías separadas, entre ellas una de Artillería; en San Cristóbal; en Puerto Plata, un Batallón; en Santiago de los Caballeros se crea el 3.er. Regimiento y una Compañía de Artillería; en Azua, el "Batallón Azuano"; en San Juan de la Maguana, el "San Juan" y la "Compañía de Los Llanos"; en Higüey, un Batallón, en La Vega, un Regimiento de Infantería, una Brigada menor de Artillería y un Escuadrón de Caballería; Brigadas de Artillería en Santiago, la Capital y Puerto Plata. El Ejército Expedicionario del Sur también contaba con 5 Batallones con cuarteles generales fijos y otras unidades de tropas que rotaban entre los diferentes Comandos de Armas y el Ejército del Sur.
Distribución de unidades del Ejército Nacional en todo el país:
Por Decreto No. 61 de fecha 15 de julio de 1845, se estableció una especie de primera Ley Orgánica, que contaba con 43 artículos y derogaba el Decreto No. 23. Establecía la composición, el uso de uniformes, banderas y estandartes; disposición sobre el uso y manejo de las armas (instrucción de cañón para los artilleros, fusil y sable para la infantería y lanza para la caballería), tanto del Ejército Permanente como de la Guardia Cívica Nacional. La infantería se organizó en regimientos, compuestos por dos batallones y éstos, a su vez, por seis compañías, con una fuerza de 63 hombres; el estado mayor del regimiento estaba integrado por 8 hombres y el del batallón por 4 hombres. La artillería se organizó en brigadas y medias brigadas, integradas por cuatro y dos compañías respectivamente, con una fuerza de 53 hombres; el estado mayor de la brigada estaba integrado por 8 hombres y el de la media brigada por 4 hombres. La caballería estaba organizada en escuadrones, integrados por compañías, con una fuerza de 53 hombres; la plana mayor del escuadrón estaba formada por 3 hombres. Para ese mismo año de 1845, los principales oficiales del ejército dominicano eran:
En 1845 las fuerzas terrestres que tenían los Ejércitos Expedicionarios en las Fronteras Sur y Norte eran las siguientes:
Durante la Primera República, período que abarca de 1844 a 1861, el Ejército dominicano alcanzó niveles de organización y eficiencia de considerable notoriedad. Como muestra de ello, bastaría destacar la consecución y preservación de la independencia nacional, con la victoria dominicana sobre las reiteradas invasiones militares haitianas en la Guerra de Independencia Dominicana de 12 años , que siguió a la proclamación de la independencia. Cuatro campañas militares y más de 15 batallas victoriosas dieron a la guerra de liberación el escenario de una gran epopeya nacional, donde las armas dominicanas solo vieron el sol del triunfo empañado momentáneamente en las primeras acciones de la campaña de 1849, que sirvieron para hacer brillar con renovado brillo a la Loria en la monumental Batalla de Las Carreras .
El Ejército dominicano contaba además con una estructura logística en función de la prioridad bélica de la nación y con reglamentos militares eficaces sumamente elaborados. Además, contaba con una burocracia eficaz, estructuras básicas de entrenamiento operacional y una rigurosa justicia militar. En esta organización, hay notables influencias españolas, aunque en las armas hay diversidad de orígenes, donde por circunstancias históricas predominaron hacia el final de la guerra las francesas, españolas e incluso norteamericanas. La extracción social de este Ejército era predominantemente campesina y esto constituyó en principio un grave problema, ya que durante las campañas, la agricultura y la ganadería dominicanas fueron despojadas de mano de obra, llevando a la producción nacional a momentos de inactividad casi total, por lo que sobre la base de una sabia organización, se estableció un método de rotación en el registro, que dejaba fuerzas humanas en retaguardia para tales fines.
En virtud del Decreto No. 664, de 24 de agosto de 1860, se creó la primera academia militar, con capacidad para cincuenta alumnos y sus estudios tendrían una duración de dos años, distribuidos en seis cuarteles. Sin embargo, esta iniciativa se vio truncada por la decisión política de anexar el país a España. La anexión a España en principio y la Guerra de Restauración después produjeron una grave ruptura en la organización del Ejército dominicano, pero no en el aspecto doctrinal. La desaparición de la República y la ocupación española producirían también la desmembración del ejército para convertirse en una reserva local del Ejército español, tras una rigurosa y cuidadosa depuración, en la que muchos de los oficiales y soldados no encajaban ni eran reconocidos como tales del “viejo Ejército dominicano”, como se le llamaría entonces.
Sin embargo, en la Guerra de Restauración dominicana , dada la imposibilidad de las fuerzas españolas de controlar a “los insurrectos”, la vigencia de la doctrina del desaparecido Ejército dominicano tendría que operar en un doble sentido, pues por una parte era necesario activar las reservas para defender al Estado español y por otra parte, oficiales de ese viejo cuerpo armado iban a dirigir al pueblo en armas contra el orden de cosas de la anexión española, produciéndose así una guerra de liberación nacional sin precedentes en nuestra historia, tanto por lo cruento que es, como por su alta intensidad.
En este sentido, esta guerra no iba a enfrentar predominantemente la doctrina militar española con la doctrina militar dominicana ya definida, sino que iba a enfrentar a dos partes significativas de la sociedad dominicana con una misma doctrina de guerra, y de paso, vale la pena resaltar aquí que cuando se llegaron a los extremos, las fuerzas españolas no pudieron sofocar una insurrección popular que devastó todo el territorio insular con una velocidad asombrosa.
Las fuerzas españolas que acudieron a la isla estaban organizadas de la siguiente manera:
Ingenieros: 2 Empresas
Administración Militar (Intendencia): 1 Compañía.
En total el ejército estaba integrado por: 3 Generales, 42 Jefes, 320 Oficiales, 280 Sargentos y 6.942 Cabos y Soldados. 112 mulas para Artillería, 126 para Administración, 100 bueyes, 30 carretas, 500 tiendas de campaña, 2.000 herramientas de retoño, 18 cañones, 9.000 granadas, 2.200.000 cartuchos.
Tras la victoria de las fuerzas restauradoras y el retorno a la soberanía nacional, la reorganización y continuidad del Ejército dominicano fue sumamente accidentada debido a un período de más de 50 años de inestabilidad política, producto del caudillismo y de frecuentes e interminables guerras civiles. Sin embargo, los gobiernos de este período que retornaron la organización militar de la Primera República y fortalecieron su maquinaria militar, lograron en la misma medida no solo mantenerse en el poder, sino estabilizar el país. Tal es el caso de los gobiernos de Buenaventura Báez y Ulises Heureaux , en lo que corresponde al siglo XIX. El 1 de noviembre de 1865, recién restaurada la República, la Organización del ejército dominicano era la siguiente:
El general Ignacio María González hizo algunos esfuerzos apreciables en cuanto a organización militar, y en virtud del Decreto 1358 de 1874, creó en Santo Domingo, una brigada de artillería y el batallón Restauración; en Santiago del batallón Yaque; en La Vega y Puerto Plata, un batallón de cazadores cada uno; y compañías de artillería en Puerto Plata, Santiago y Samaná. Los batallones de Santo Domingo y Santiago contaban con una fuerza efectiva de 300 hombres, divididos en 6 compañías de 50 hombres cada una integradas por: 1 Capitán; 1 Teniente; 1 Subteniente; 1 Sargento 1º; 4 Sargentos 2º; 4 Cabos; Corneta de Órdenes; Tambor y 36 Soldados. El batallón de Puerto Plata quedó formado por 250 hombres, divididos en 5 compañías de 50 hombres cada una, y el batallón de La Vega debía estar formado por 3 compañías de 50 hombres cada una; una de ellas formada por soldados de Moca y establecida en dicha ciudad, además de una banda de música por cada batallón. La brigada de artillería estará integrada por 200 hombres (divididos en 4 compañías de 50 hombres) y las compañías de artillería de 63 hombres, estaban integradas por 50 soldados rasos y la misma plantilla de oficiales y suboficiales que las de los batallones. Cada batallón tendrá su plantilla integrada por un coronel, teniente coronel, ayudante mayor, subteniente calificado, subayudante y un corneta de orden. La brigada de artillería de Santo Domingo contará con la siguiente plantilla: un teniente coronel, jefe del cuerpo; un ayudante mayor; un habilitado; un subteniente abanderado; un subayudante y un corneta de orden; además de un instructor en cada batallón y en la brigada de artillería. Uno de los hombres más visionarios en materia militar fue el general Gregorio Luperón , quien en el gobierno provisional presidido por él, entre 1879 y 1880, ordenó reparar todos los cuarteles militares con sus fortificaciones y se construyeron locales para albergar las gobernaciones y comandancias de armas de diferentes ciudades y pueblos. Compró armas y pertrechos para abastecer los arsenales de la República Dominicana que estaban vacíos después de tantos años de guerras y revoluciones. Incluso ordenó la creación de escuelas militares, las dotó de libros y ordenó la compra de uniformes nuevos, al estilo europeo. [3]
El 15 de mayo de 1876, durante el gobierno de Francisco Ulises Espaillat, se promulgó la Ley 523 sobre organización y servicio de la Guardia Cívica Nacional, fuerza de milicianos y voluntarios alzada en caso de estado de guerra, debían servir en la Guardia Cívica todos los varones entre 18 y 50 años, con excepción de los altos funcionarios del gobierno, jueces, sacerdotes e inválidos. El general Luperón, mediante el Decreto No. 1834 de fecha 18 de febrero de 1880, instituyó el servicio militar obligatorio, definiendo las funciones de la reserva nacional como apoyo a las tropas regulares, en acciones de guerra contra extranjeros o conflictos internos. En Santo Domingo y capitales de provincia formó guarniciones y en los comunes, cuerpos y bandos para garantizar el orden, logrando con esta organización cambiar el escenario social, produciéndose una cómoda tranquilidad durante el año de su gobierno y los dos años del presidente Fernando Arturo de Meriño .
En virtud del Decreto No. 1840, de fecha 12 de marzo de 1880, se establecieron en cada batallón escuelas y academias para que los militares aprendieran a leer, escribir y contar, pues esa era una aspiración del general Luperón: “que la clase militar de hoy en adelante no sea entre nosotros una máquina amenazante de esbirros del poder, sino un grupo de ciudadanos que conozcan sus deberes y sepan defender y proteger los legítimos derechos de los gobiernos y de los pueblos”. Si algo hay que entender de los documentos y leyes aquí citados que organizaban el ejército es que atienden más a imágenes idealizadas y a planificaciones presupuestarias que a la realidad de un ejército poco disciplinado, mal armado y con más de 64 Generales de División, 238 Generales de Brigada, 412 Coroneles, 514 Comandantes, 598 Capitanes, 490 Tenientes y 893 Subtenientes, lo que no significaba más que una carga para el erario.
Para 1892, en el gobierno de Ulises Heureaux, el ejército se organizó en cuerpos militares, dispersos por las provincias; unidades auxiliares, en las comunes; y fuerzas de reserva, en los cantones. Así se crearon las unidades del Batallón de Paz en Santo Domingo; de Cazadores del Yaque en Santiago; de San Felipe en Puerto Plata; de Francotiradores en Azua; y de Santa Bárbara en Samaná. Para 1899, las fuerzas del Ejército Nacional y del Ministerio de Guerra y Marina estaban organizadas de la siguiente manera:
Monte Cristi: Capitán Comandante, Teniente; Subteniente; Sargento 1º; 2 Sargentos 2º; Armero y 30 Cabos y Soldados.
San Francisco de Macorís: misma dotación que San Pedro de Macorís.
En 1914, su organización se basaba en la existencia de dos batallones de 382 soldados: el Ozama, con base en la fortaleza La Fuerza de Santo Domingo, y el Yaque, que estaba acantonado en la fortaleza de Santiago, y contaba además con varias Comandancias. Además, desde 1879 existía un Escuadrón de Caballería de 162 hombres, una Compañía de Artillería de 110 hombres y dos bandas militares de 16 tambores y cornetas, una por cada batallón. Vestían el uniforme azul y rojo (de la milicia francesa de la época napoleónica, con su baño de oro y no usaban armas fuera de servicio). Cuando el ejército aumentaba su personal, recurría al expediente de reclutamiento. Se practicaba por sorpresa en una noche cualquiera, especialmente los sábados y domingos cuando las fiestas del barrio estaban repletas de mozos. Al día siguiente de un reclutamiento, la jefatura hacía una selección de los que eran aptos para la vida de soldado, y los enviaban a la Capital para un largo entrenamiento militar. El Ejército crecía con una disciplina admirable. Fue brillante, todo valentía y destreza marcial impresionante. Se consumó casi por completo en las guerras fratricidas que siguieron a la muerte de Ramón Cáceres, hasta la llegada de los norteamericanos cuando los cívicos y guerrilleros que produjeron las guerras internas ya formaban mayoría en sus filas.
La Guardia Rural fue creada en 1905 por Carlos Morales Languasco. Este Cuerpo estaba organizado militarmente, pero su funcionamiento era esencialmente civil, siendo el objetivo principal la conservación del orden público; proteger los bienes y las personas y auxiliar a las autoridades judiciales cuando fuesen requeridas para reprimir delitos y faltas. La Guardia Rural estaba integrada por un regimiento integrado por 4 escuadrones de Caballería y 4 Compañías de Infantería. Contaría además con un Estado Mayor, conformando un total de unos 940 efectivos, cuya organización era la siguiente:
El 10 de julio de 1907, Ramón Cáceres la reorganizó, cambiándole el nombre por el de Guardia Republicana. La nueva organización de la guardia quedó de la siguiente manera:
Ramón Cáceres utilizó a la Guardia Republicana para acabar con los líderes rebeldes del Cibao. Por su lealtad al presidente, se le apodó popularmente "Guardia de Mon", durante este período se caracterizó por su efectividad en las luchas y su lealtad al gobierno central. Vestían de amarillo caqui, con polainas de cuero, sombrero de fieltro, portando sables largos y carabinas. Con la toma de la aduana por parte de los funcionarios estadounidenses con el modus vivendi, se organizó una guardia fronteriza para evitar el comercio ilegal en la frontera. Esta guardia estaba integrada por 5 oficiales estadounidenses y 125 hombres. Para 1909, la fuerza del Ejército Nacional se había reducido al Batallón Ozama, rebautizado como Regimiento Ozama en 1913, y a una Batería de Artillería de Montaña. Además, en 1914, la Guardia Republicana, que hasta entonces funcionaba como dependiente del Departamento de Gobernación y Policía, pasó a estar bajo el control del Ministerio de Guerra y Marina, con el nombre de Cuerpo Auxiliar de la Guardia Republicana.
La organización del Departamento de Guerra y Marina para el año 1913 fue la siguiente:
Cuartel Militar de la Presidencia: Coronel Jefe del Estado Mayor; 2do. Comandante en Jefe; 6 Capitanes Ayudantes de Campo y 9 Ayudantes de Orden (6 1eros. Tenientes y 3 2dos. Tenientes) 12 Comandos de Armas: En Santo Domingo (Comandante, Secretario, Mayor de Estado Mayor y 2 Ayudantes de Plaza), Santiago (Comandantes, Secretario y 5 Ayudantes), Puerto Plata, La Vega, Samaná, El Seibo, San Pedro de Macorís, Monte Cristi, Espaillat, Pacificador, Azua y Barahona, con un comandante, Secretario y Ayudante cada uno.
Mediante Decreto No. 5234 de 6 de junio de 1913, el Poder Ejecutivo reorganiza la Academia Militar, uniéndola a la Escuela Náutica de la Armada y dándole el nuevo nombre de Escuela Militar y Naval, estableciendo los cursos de Enseñanza Naval y Militar y los de Aplicación para Oficiales, Clases y Tropas.
Después de la ocupación norteamericana en 1916, la fuerza militar de la República fue disuelta. La cual sólo constituía un cuerpo armado sencillo con muy poco entrenamiento militar utilizado básicamente con fines represivos, y para preservar los intereses de los inversionistas extranjeros y de la élite criolla gobernante, era una fuerza carente de disciplina, y muy fragmentada, por lo que afortunadamente contaba con una estructura horizontal integrada por unos 461 generales y 479 coroneles. En ese momento, existían doce puestos militares, uno en la capital de cada provincia. Los comandantes y sus ayudantes y los jefes de fuerte y sus ayudantes eran tratados como distintos al momento de la disolución del ejército regular. Al momento de su disolución, la fuerza autorizada era un regimiento de infantería de unos 470 oficiales y soldados, y una banda de música de 33 hombres. apenas unos meses antes, el presupuesto había autorizado una fuerza de infantería de unos 800 oficiales y hombres y una batería de artillería de montaña de 100 oficiales y hombres, además de la banda de música. En realidad, en el puesto sólo estaban a salvo los miembros de la banda; en tiempos de guerra, el resto de las fuerzas armadas eran mucho más numerosas y, en tiempos de paz, estaban formadas por numerosos soldados fantasmas, cuyos salarios, sin embargo, eran pagados regularmente por el tesoro nacional. Se suponía que el servicio era voluntario, pero en realidad, los "voluntarios" eran generalmente recogidos por los jefes comunales y llevados bajo vigilancia, a veces atados con cuerdas para impedir que desertaran.
Existía también una policía rural ineficaz y autoritaria llamada "Guardia Republicana" o "Guardia de Mon", supuestamente integrada por siete compañías de unos 800 oficiales y soldados, pero tampoco aquí las cosas eran lo que parecían. Los oficiales superiores de la Guardia Republicana eran un general de brigada, un coronel, un teniente coronel y 2 mayores, los del ejército sólo un coronel, dos tenientes coroneles y 2 comandantes, lo que era muy modesto para un país lleno de generales y donde el presupuesto de 1909 destinaba 20.000 dólares para el cuerpo "de generales bajo las órdenes de la presidencia".
El 5 de mayo de 1916, Estados Unidos ordenó el desembarco de tropas para proteger sus intereses en el país. Ese mismo día, desembarcó del transporte USS Prairie el primer contingente de 150 marines en dos compañías, la 6.ª de infantería comandada por el capitán Frederic M. Wise, y la 9.ª dotada de artillería de campaña, compuesta por 4 cañones de 3 pulgadas. Al mando del capitán Eugene Fortson, respetado oficial de artillería, el capitán Frederic M. Wise, comandante del contingente, tenía órdenes de ocupar la legación y el consulado estadounidenses además de ayudar al presidente Jiménez en la lucha contra Desiderio Arias.
El 12 de mayo de 1916, el contralmirante William B. Caperton llegó al país, con otros 400 marines, iniciando formalmente la intervención bajo la excusa de poner orden en la situación y, para el 15 de mayo, los marines tenían el control de Santo Domingo y Arias había huido al interior del país. Para el 28 de mayo, las fuerzas de ocupación sumaban unas 11 compañías, con unos 750 hombres. Una vez controlada la capital, sólo faltaba ocupar la costa norte y el interior del país. El 26 de junio, el coronel Pendleton con una fuerza de 34 oficiales y 803 hombres inició la marcha para ocupar la ciudad de Santiago, el 5 de julio bajo la amenaza de bombardeo de artillería, la ciudad envía una comisión de paz y con esto se completa la ocupación del país. El 29 de septiembre, el capitán (posteriormente contralmirante) Harry S. Knapp, sucesor del almirante Caperton, proclama oficialmente la ocupación militar de la República Dominicana.
La guarnición militar norteamericana estaba formada por la 2.a Brigada de Infantería de Marina formada por los Regimientos de Infantería de Marina 3.er, 4.º y 15.º con sede en Santo Domingo, Santiago y San Pedro de Macorís respectivamente, en total unos 3000 hombres y oficiales. En 1919 llegó al país la 1.ª Escuadrilla Aérea de la Marina. De manera formal y aparente se manifestó la medida de disolución del ejército adoptada por el presidente provisional Francisco Henríquez y Carvajal mediante decreto No. 5491, dado en Santo Domingo el 13 de septiembre de 1916; alegando falta de fondos para su sostenimiento y financiamiento. Todo el personal militar retirado recibió una indemnización en forma de "vouchers". Sin embargo, la verdadera causa de esta medida se explica porque los norteamericanos aplicaron la propuesta de Stein: retirar a los soldados del régimen anterior, especialmente a los oficiales. Sin embargo, se mantuvo provisionalmente la Guardia Republicana, encargada de custodiar los puertos, y la Policía Municipal, que cumplía funciones de gendarmería en las ciudades.
Mediante la Orden Ejecutiva Número 47 del gobernador militar de Santo Domingo, Almirante HS Knapp, se creó la Guardia Nacional Dominicana (GND) el 14 de mayo de 1917, con una inversión inicial de US$500,000, constituyéndose un cuerpo de cipayos, el cual al momento de su fundación contaba con 21 oficiales norteamericanos, algunos puertorriqueños, 17 dominicanos y 691 alistados, para un gran total de 729 efectivos. Su organización es muy avanzada y absorbió a la Guardia Republicana y esta fusiona a la guardia fronteriza de 70 hombres que antes estaba bajo las órdenes de la sindicatura general de aduanas. Esta organización era comandada por el coronel GC Thorpe como comandante interino. Asimismo, se estableció un oficial norteamericano en cada localidad como supervisor de tareas de reclutamiento, aprobación de listas de pago, etc. La Orden Número 1 de la Guardia Nacional decía, en este sentido:
La Guardia será administrada por el Comandante a través de los oficiales norteamericanos supervisores (donde los haya) y por medio de los Jefes de Zona, quienes serán los oficiales de más alto rango de cada Zona, donde no haya un oficial norteamericano supervisor. El jefe de Zona se comunicará con el Comandante interino. La organización de la Guardia Nacional Dominicana para el año 1918 era la siguiente:
Sin embargo, fue sólo con la creación de la Academia Militar de Haina que los norteamericanos decidieron efectivamente entrenar a un grupo de oficiales nativos que se encargarían de la futura responsabilidad de la Guardia Nacional. En 1917 el instructor de la Guardia Nacional dominicana fue Robert C. Kilmartin Jr. De esta academia se graduaría el dictador Rafael Leónidas Trujillo. Junto a Trujillo, fueron subtenientes los señores José Alfonseca, César Lora y Adriano Valdez.
La Orden General Número 10 del 15 de noviembre de 1920 reorganizó la Guardia Nacional en dos departamentos: el Sur y el Norte. El primero estaba compuesto por 5 compañías de 63 hombres, el segundo por 7. En abril de 1921 el Coronel James Breckenridge fue relevado de su cargo como Comandante de la GN, siendo reemplazado temporalmente por el Mayor FA Ransey, quien, a su vez, fue reemplazado posteriormente por el Coronel PM Rixey en julio del mismo año.
Los salarios en la Guardia Dominicana eran los siguientes: el coronel comandante ganaba US$416; un mayor del estado mayor US$375; un inspector mayor US$333.33; un capitán del estado mayor US$208; un capitán US$150; un primer teniente US$90; un segundo teniente del estado mayor US$83.33; un segundo teniente US$75; un primer sargento US$28.50; un sargento (intendente) US$25; un sargento US$22.50; un cabo ganaba US$18 y un soldado US$15. Las raciones eran de US$0.20 al día.
Mediante Orden Ejecutiva Número 631 de fecha 2 de junio de 1921, se designó a la “Guardia Nacional Dominicana” con el nuevo nombre de “Policía Nacional Dominicana” (PND), con estas nuevas siglas, los marines que hablaban español la denominaron con intención de burla y discriminación racial: “Pobres Negros Dominicanos”. Dicha Orden General decía:
"Las competencias de la Policía Nacional serían las mismas que hasta ahora le han correspondido al GND y las demás que establece la ley.
Art II.- Para que el Poder Ejecutivo tenga conocimiento en todo tiempo de la eficiencia de la Policía Municipal, de los Camp Rangers y de los Alcaldes Pedanos, se crea en la Secretaría de Gobernación y Policía el cargo de Inspector de Policía. De tiempo en tiempo, cuando el caso lo requiera, será deber del Inspector de Policía practicar una inspección a la Policía Municipal. de los Camp Rangers y de los Alcaldes Pedanos e informar de la misma al Secretario de Gobernación y Policía, formular reglas para un sistema uniforme de organización, enseñanza y equipo de emergencias de la Policía, cuyas reglas, previa autorización del Poder Ejecutivo tendrán fuerza de ley.
Art. III.- Cuando a juicio del Poder Ejecutivo le parezca incompetente la Policía Municipal, los Guardabosques o los Alcaldes Municipales de alguna comunidad, podrá, a su discreción, declarar suprimidos dichos organismos, quedando la Policía Nacional en ejercicio de sus funciones."
Para octubre de 1922, los nombramientos de los oficiales norteamericanos que servían en el PND fueron cancelados, a excepción de los oficiales que trabajaban en los centros educativos del PND. Esta medida se debió al Acuerdo de Desempleo del Plan Hughes-Peynado.
Antes de que se disolviera la Guardia Nacional, se compraron 1.500 fusiles Krag-Jørgensen a un costo de 7,75 dólares la unidad. Para entonces, la guerrilla ya estaba controlada. En 1921, la Guardia Nacional dominicana contaba con 64 oficiales, 13 médicos y 493 soldados.
Al final de la ocupación estos eran los principales oficiales:
Coronel Buenaventura Cabral y Báez. Teniente Coronel Jesús García. Mayor Manuel Aybar hijo. Mayor César Lora (fallecido trágicamente en febrero de 1924). Capitán Rafael Trujillo, seguido de 16 capitanes.
Así, el 21 de octubre de 1922, el presidente provisional Vicini designó al coronel Buenaventura Cabral como comandante del PND. Ya en pleno Gobierno Provisional, en junio de 1923 se dictó un reglamento general de policía que constituyó "el nervio principal de la organización militar que se estaba levantando":
La Policía Nacional es un cuerpo armado bajo las órdenes del poder ejecutivo y que en sus funciones policiales depende del secretario de estado de interior y policía; de los alcaldes de los pueblos y guardabosques; de los agentes y funcionarios de Rentas Internas; de los inspectores o agentes de sanidad; de las policías de puertos, radas y aguas territoriales.
La Organización Militar se distribuyó en distritos, bajo el mando de un capitán que tenía a su cargo una compañía; demarcaciones, a la manera de un teniente de compañía designado en el distrito; destacamentos y puestos, comandados por capitanes, oficiales o sargentos según su importancia estratégica y el número de fuerzas que los componían. El territorio nacional se distribuyó en dos departamentos, Sur y Norte, como en el esquema anterior, cada uno bajo el mando de un mayor designado como Director del Departamento.
El Gobierno del Presidente Horacio Vásquez , surgido en 1924, tras el fin de la ocupación norteamericana, volvió a dar calor y apariencias de Ejército a este cuerpo, logrando una relativa estabilidad amenazada siempre por el fantasma de la resurrección de los caudillos regionales y las guerras fratricidas. Cuando Horacio Vásquez juró como Presidente, Trujillo era Comandante Mayor; siendo ascendido a Teniente Coronel, Jefe del Estado Mayor, el 6 de diciembre de 1924, ocupando el tercer puesto en las filas de ese cuerpo a principios de 1925:
Coronel Comandante Buenaventura Cabral y Báez. Teniente Coronel Jesús García. Teniente Coronel Rafael Trujillo, ascendido por Horacio Vásquez.
El 17 de agosto de 1927, luego de que la Policía Nacional Dominicana se convirtiera en Brigada Nacional (BN) mediante la Ley 708, el recién nombrado General de Brigada Rafael L. Trujillo Molina emitió su primera orden general de brigada, que establecía la composición de la Brigada Nacional en dos Regimientos y un Comandante con el grado de General de Brigada, con el siguiente Estado Mayor: 1 jefe de Estado Mayor; 1 Mayor, Ayudante de Cuartel General; 1 Mayor, Oficial de Leyes e Inteligencia; 1 Alcalde, Intendente General; 1 Capitán, Ayudante del General Intendente; 1 Primer Teniente, Ayudante del General Ayudante; 1 Primer Teniente, Director de la Banda de Música; y 1 Segundo Teniente, Asistente del Director de la Banda.
Los Regimientos estaban compuestos por dos Batallones cada uno y eran comandados por Tenientes Coroneles, contando como Estado Mayor los siguientes oficiales: 1 Capitán, Ayudante de Regimiento, 1 Capitán, Inspector Médico; y 1 Teniente Primero, Intendente de Regimiento. El primer Regimiento estaba estacionado y distribuido en el Departamento Sur y estaba integrado por el 1er Batallón y el 2do Batallón, con su sede en Santo Domingo. El segundo Regimiento estaba distribuido en el Departamento Norte y estaba integrado por el 3er Batallón y el 4to Batallón, su sede estaba ubicada en Santiago. Cada Batallón estaba comandado por un Mayor, con 1 Teniente Primero, Ayudante de Batallón; y 1 Sargento Mayor. Los Batallones estaban integrados por Compañías cuya distribución era la siguiente:
Mediante la Ley Nº 928, del 17 de mayo de 1928, la Brigada Nacional (BN) pasa a denominarse Ejército Nacional (EN).
Para 1930, la fuerza autorizada por ley del Ejército Nacional era la siguiente: 1 General de Brigada (Trujillo); 1 Coronel, Comandante del 2do Regimiento; 2 Tenientes Coroneles; 1 Alcalde, Intendente General; 1 Mayor, Ayudante; 1 Mayor, Oficial de la Ley; 4 Mayores, Comandantes de Batallón; Capitán, Intendente Auxiliar; 2 Capitanes, Inspectores de Regimiento; 2 Capitanes, Inspectores Médicos; 2 Capitanes Auxiliares; 18 Capitanes, Comandantes de Compañía; 4 Primeros Tenientes, Ayudantes de Batallón; 2 Primeros Tenientes, Intendentes de Regimiento; 36 Primeros Tenientes; 36 Segundos Tenientes; 24 Cadetes; 2 Sargentos del Cuerpo Médico; 7 Sargentos Mayores; 18 Sargentos Primeros; 70 Sargentos; 140 Cabos; 18 Cabos Cuerpo Médico; 18 cocineros; 18 cornetas; 18 artesanos; 1.372 soldados rasos; y 26 rangos del cuerpo médico.
Durante el Gobierno del General Rafael Trujillo, el Ejército dominicano asumiría la connotación moderna del Ejército que hoy conocemos, con sus tres componentes diferenciados y tendría un enorme progreso material, además de una gran cuota de responsabilidad en el control del país y el mantenimiento del régimen. El Decreto No. 2, del gobierno de Trujillo, establece el Cuerpo de Edecanes del Presidente de la República formado por: 1 Coronel, 1 Mayor, 1 Capitán, 2 Primeros Tenientes y 3 Segundos Tenientes para el servicio del Vicepresidente, y 1 Mayor, 2 Capitanes, 3 Primeros Tenientes y 4 Segundos Tenientes para el servicio del Presidente.
Por Orden General de Brigada N° 130 del 17 de septiembre de 1930 se organizó la Guardia de Fronteras, comandada por un Mayor, que tenía su Cuartel General en Las Matas de Farfán, con una plantilla de: 1 Capitán, 3 Tenientes Primeros, 1 Teniente Primero del Cuerpo de Sanidad, 4 Tenientes Segundos, 1 Sargento Mayor, 9 Sargentos, 17 Cabos, 2 Soldados del Cuerpo de Sanidad y 131 Soldados. Dos años después, el 1 de febrero de 1932, la Guardia de Fronteras pasaría a depender del recién creado Departamento de Fronteras, aunque este departamento tendría una vida efímera pues sería disuelto el 31 de enero de 1933.
El 10 de septiembre de 1931, mediante Orden General de Brigada No. 34, se crea el Destacamento de Radio, Telegrafía y Señales del Ejército Nacional, iniciándose así el brazo de telecomunicaciones del ejército. Mediante el Decreto No. 629, se ordena la división de los Departamentos Militares Norte y Sur en Distritos Militares, cada uno comandado por un Mayor, Comandante Inspector de Distrito, y se crea también un Centro de Enseñanza que funcionaba como Academia Militar, formado por un Estado Mayor y 3 Compañías denominadas A, B y C.
El Ejército Nacional en 1933 estaba integrado por las siguientes fuerzas y oficiales: Cuartel General de Brigada; Centro de Enseñanza; Intendencia General; 18 Compañías de Infantería; Compañía de Zapadores; 4 Destacamentos, y una Banda de Música. El Cuartel General de Brigada, Centro de Enseñanza, Intendencia General, Destacamento de Cuartel General, Destacamento de Intendencia, Destacamento de Radiotelegrafía y Señales y Destacamento Montado, así como las Compañías 2.ª y 7.ª. El Estado Mayor de la Fortaleza de San Luis, la 10.ª, tenía su asiento en la provincia de Santiago y las Compañías 14.ª y en las demás provincias había una Compañía estacionada en cada una. La dotación autorizada del Ejército en esa fecha era de 2.331 cargos que se componían de la siguiente manera: 1 General de Brigada, Comandante de Brigada; 1 Coronel, Jefe de Estado Mayor; 5 tenientes coroneles, 6 mayores, 25 capitanes; 45 tenientes primeros; 42 subtenientes; 37 cadetes; 15 sargentos mayores; 21 sargentos primeros; 80 sargentos; 160 cabos; 21 cocineros; 21 artesanos; 1.608 soldados rasos; 42 músicos; 30 radiotelegrafistas; 69 rangos del cuerpo médico y 60 especialistas.
Mediante Decreto No. 871 se organiza el personal que debe integrar el Estado Mayor del Ejército, el cual es: 1 General de Brigada, Jefe del Estado Mayor; 1 Coronel, Ayudante del Estado Mayor; 1 Coronel, Agregado Militar; 1 Teniente Coronel, Encargado de los Asuntos de Guerra y Orden Público; 1 Teniente Coronel, Comandante del Centro de Enseñanza; 1 Teniente Coronel, Encargado de Auditoría e Información; 1 Teniente Coronel, Encargado de Personal y Órdenes; 1 Teniente Coronel, Director del Cuerpo Médico; 1 Mayor, Gnl. Intendente; 1 Mayor, Ayudante de Cuartel General; 1 Mayor, Oficial de Leyes; 4 Mayores, Inspectores del Ejército; 3 Mayores, Inspectores Médicos; 2 Capitanes, Ayudantes; 2 Primeros Tenientes, Ayudantes del Gnl Int.; y 4 Primeros Tenientes, Asistentes de Inspectores.
En virtud de la Orden General de Brigada No. 53, de 28 de junio de 1934, se creó un Regimiento con el nombre de Regimiento Generalísimo Trujillo, el cual quedó integrado por las Compañías A, B, C y 16 de Infantería, una Compañía de Ametralladoras y un Escuadrón de Caballería. En 1935 se creó un segundo Regimiento con el nombre de Regimiento Ramfis, formado por las Compañías 2, 7, 17, 20 y 21, cuyo comandante actuaría también como Comandante del Puesto de Santo Domingo. En 1936, mediante la Orden de Brigada No. 91, se reorganizó el Regimiento Generalísimo Trujillo, formándolo en 3 Batallones, divididos en once organizaciones de la siguiente manera:
Además, a este Regimiento estaban adscritos la Comandancia del Puesto de Santo Domingo (bajo el mando de un Mayor) y el Hospital Militar (bajo el mando de un Capitán, Cuerpo Médico).
A finales de 1935, el Ejército Nacional, además de la Brigada y el Estado Mayor, estaba integrado por los siguientes organismos: 1 Compañía de Artillería y Ametralladoras, 1 Compañía de Zapadores, 1 Escuadrón de Caballería y 24 Compañías de Infantería. Para un total de 3,155 puestos de Oficiales y Tropas. Durante ese mismo año, el 10 de noviembre, las Compañías “A”, “B” y “C”, que conformaban el Centro de Instrucción en la Provincia de Trujillo, fueron disueltas y transferidas a otras Compañías con todo su equipo y propiedades según lo ordenado en las Órdenes Generales No. 234, 254, 255 y 258 del 8 de noviembre del mismo año. El armamento con que contaba el Ejército dominicano en 1935 estaba constituido por las siguientes armas:
El número total de efectivos del Ejército en 1937 era de 3.839, incluida la policía. En 1942, el Ejército contaba con 3.500 hombres y la policía con 900, armados con 2.409 Mauser Modelo 1893, 1.800 Krag-Jørgensen M1898 (abandonado por los EE. UU. en 1924), 38 cañones Springfield, 13 morteros, 4 ametralladoras antiaéreas compradas a aviones italianos Breda, 27 ametralladoras Browning, 49 ametralladoras Thompson, 1.765 pistolas y revólveres. La Armada, 7 buques de la Guardia Costera y la Fuerza Aérea contaban con un Curtis Wright de 1937, 634 bombas, un Bellanca de 1934, un entrenador de flota de 1937 y cuatro Piper Cubs. En un estudio realizado por dos expertos estadounidenses presentados por el gobierno de Trujillo para inspeccionar el arsenal dominicano, concluyeron que 481 fusiles Krag, 547 Mauserslugs y 38 fusiles Springfield no cumplían los requisitos para uso militar estadounidense.
Para 1937, el Ejército Nacional estaba integrado por: un Estado Mayor, Cuerpo Auxiliar, Servicio de Inteligencia, Centro de Enseñanza Presidente Trujillo, Destacamento de Radiotelegrafía y Señales, Destacamento de Aviación, Destacamento de Intendencia, Marina de Guerra, Cuerpo de Ingenieros, Banda de Música, Compañía de Artillería y Ametralladoras, Escuadrón de Caballería y 27 compañías de infantería. Las Fuerzas acantonadas en Santo Domingo se agrupaban en el Regimiento Generalísimo Trujillo, formado por el Estado Mayor antes descrito, el Regimiento Ramfis comandado por el Intendente General E. N e integrado por el Destacamento de Radiotelegrafía y Señales, el Destacamento de Marina de Guerra y la compañía 17, EN. Mientras que el Destacamento de Cuartel General, Banda de Música e Intendencia Departamental de Armas estaban bajo el mando del Ayudante de Cuartel General, EN.
El territorio de la República estaba dividido militarmente en dos Departamentos: Departamento Norte (que comprendía las provincias de Santiago, Puerto Plata, Montecristi, La Vega, Espaillat, Duarte y Samaná) con las compañías 10, 14, 8, 23, 19, 3, 6, 13, EN, y el Departamento Sur (que comprendía las provincias de Trujillo, 5 San Pedro de Macorís, Seybo, Azua y Barahona) con las compañías 12, 20, 1, 11, 9, 5, EN El comandante del Departamento Norte tenía su asiento en Santiago, mientras que el comandante del Departamento Sur lo tenía en la Ciudad de San Cristóbal, Provincia de Trujillo. Las fuerzas autorizadas del Ejército Nacional de 1937 eran las siguientes:
Territorialmente, estas fuerzas estaban organizadas en dos Departamentos y el Cuartel General, distribuidos de la siguiente manera:
El 1 de agosto de 1947, mediante Orden General el ejército creó la Guardia Presidencial unas semanas antes de la inauguración del nuevo edificio de gobierno, el Palacio Nacional, con la misión de custodiarlo y formar tropas para rendir honores militares en actos oficiales a los jefes de Estado y diplomáticos que visitaran la casa de gobierno.
El ejército desde el Gobierno de Balaguer hasta la actualidad había superado un nuevo cambio. Para 1970, el ejército dominicano era una imponente fuerza heredada del régimen, organizada en 3 brigadas de infantería y una 4ta brigada CEFA considerada una entidad separada del ejército. La 1ra brigada (con sede en Santo Domingo), comandada por el general Neit Nivar Seijas, formada por 3 batallones y una fuerza de 2,198 hombres. La 2da brigada (con sede en Santiago), comandada por el general Guarionex Estrella Sadhalá, formada por 5 batallones y una fuerza de 2,482 hombres. La 3ra brigada (con sede en San Juan de la Maguana), comandada por el coronel Francisco Medina Sánchez, formada por 2 batallones y una fuerza de 1,285 hombres.
En 1989, el ejército dominicano contaba con una fuerza de aproximadamente 13.000 efectivos. En ese momento había cuatro brigadas. Cada brigada contaba con entre tres y cinco batallones de infantería, así como varias unidades de apoyo. En total, había diecisiete batallones de infantería. Varios de los batallones estaban asignados fuera del área de la capital y desempeñaban funciones policiales que incluían la participación en asuntos locales, políticos y administrativos. Otros elementos de combate importantes incluyen un batallón de artillería, un batallón blindado, un batallón de guardia presidencial y un batallón de ingenieros.
Estacionada cerca de Santo Domingo, la 1.ª Brigada ha sido tradicionalmente la más poderosa de las brigadas, en virtud de su ubicación y recursos militares. La Primera Brigada contaba con cinco batallones de infantería, así como el batallón de ingenieros. La Segunda Brigada y la Tercera Brigada están ubicadas en Santiago y Barahona, respectivamente. Sus activos están repartidos por todo el país, y sus unidades se centran principalmente en cuestiones locales. La Cuarta Brigada, también llamada Centro de Entrenamiento de las Fuerzas Armadas (CEFA) debido a su amplia misión de entrenamiento, está ubicada en San Isidro, a diez kilómetros al este de la capital. La Cuarta Brigada controla el batallón blindado, así como tres batallones de infantería. La Cuarta Brigada también impartía entrenamiento básico, avanzado y especializado. También en San Isidro se encuentra el batallón de artillería del ejército, que se organizó como una orden separada en el Estado Mayor. Otra organización independiente y muy poderosa era el Comando de Apoyo al Combate, que incluía el batallón de la guardia presidencial y las unidades de policía militar, salud e intendencia. En 1989, el material blindado constaba de catorce tanques ligeros, veinte vehículos blindados y diez vehículos blindados. La artillería estaba equipada con veintidós obuses de 105 mm.
Cuartel General del Ejército Dominicano en Comendador , Provincia de Elías Piña
Brigada de Infantería 1.ª - CG Santo Domingo
2da Brigada de Infantería - CG Santiago
Tercera Brigada de Infantería - CG San Juan de la Maguana
4ª Brigada de Infantería - CG Mao
5ta Brigada de Infantería – CG Barahona
Brigada de Infantería VI - CG San Pedro de Macorís
Brigada de Apoyo al Combate - CG Villa Mella, Santo Domingo
Brigada de Apoyo al Servicio – CG Santo Domingo
ESCUELA DE POSGRADO DE ESTUDIOS MILITARES, ERD.
FORMACIÓN EN GESTIÓN GENERAL