Robert L. Carroll
Tuvo su primer contacto con la paleontología gracias a su padre, cuando solo contaba con cinco años de edad, y con ocho años ya tenía claro que le gustaría se paleontólogo.Ese año su regalo de Navidad fue un fémur izquierdo de un Allosaurus, cortesía del paleontólogo Edwin Harris Colbert, al cual su padre le había comentado su interés.Con diez años, sus padres lo llevaban consigo en muchas expediciones en búsqueda de fósiles por Wyoming y Dakota del Sur.Fue precisamente en Wyoming donde Edwin Harris Colbert había descubierto los restos fósiles del Allosaurus, en 1942.Su tesis doctoral versó sobre Dissorophidae, un grupo de anfibios del Paleozoico.