Carl August Rathjens (nacido el 11 de marzo de 1887 en Elmshorn , Alemania; fallecido el 29 de julio de 1966 en Hamburgo , Alemania) fue un geógrafo alemán cuyos principales intereses eran la historiografía, la geología y la etnografía del sur de Arabia. Hizo varias visitas a Yemen , en los años 1927, 1931, 1934 y 1938. [1] Se le considera el mayor estudioso de la investigación yemení en el siglo XX. Contribuyó más que cualquier otro en la realización de investigaciones científicas y etnográficas, lo que dio como resultado una amplia gama de hallazgos, y ha dejado más de 2500 elementos etnográficos y unas 4000 fotografías positivas y negativas del sur de Arabia .
Hijo de un maestro, Carl Rathjens comenzó sus estudios académicos en 1906 en la Universidad de Hamburgo , y luego continuó ampliando su formación superior en las universidades de Kiel, Berlín y Múnich en las materias de geografía, geología, cartografía, meteorología, astronomía, botánica, zoología, demografía, sociología y economía.
Rathjens viajó a Egipto como un joven estudiante alemán de geografía, geología, astronomía, meteorología y biología. Sin previo aviso y sin planearlo, continuó su viaje y viajó a Etiopía en 1908, aceptando la propuesta de un amigo de visitar a su tío, que oficiaba allí como sacerdote. Durante su estadía en ese país, conoció a judíos en la región de Tigré , en Abisinia , y estudió su historia, religión y cultura.
En 1911 se doctoró con Erich von Drygalski con la tesis Beiträge zur Landeskunde von Abessininen ("Contribuciones a la geografía de Abisinia"), en la que propuso a su profesor la redacción de una tesis complementaria para un título de habilitación , titulada Die Juden in Abessinien , que le permitiría impartir docencia. Su estudio sobre los judíos de Etiopía se publicó en 1921. [2] Tras un breve periodo en el Instituto Zoológico Estatal de Múnich, Rathjens trabajó de 1911 a 1921 en el Instituto Colonial de Hamburgo y después trabajó para el Archivo Económico Mundial (Welt Wirtschaftsarchive), hasta su despido por motivos políticos en 1933, por negarse a unirse al partido nazi. Durante sus años en el Archivo Económico Mundial, también impartió clases en el Departamento de Geografía de la Universidad de Hamburgo.
En 1927, Carl Rathjens, Hermann von Wissmann y una orientalista llamada Erika Apitz viajaron a Yeddah , Arabia Saudita, con el objetivo de realizar un estudio geológico de ese país y documentar la fauna y la flora en las regiones entre Yeddah y La Meca. En Yeddah, Daniel van der Meulen, que era diplomático holandés y cónsul en Yeddah, los invitó a quedarse en su casa mientras esperaban el visado del rey Ibn Saud . La respuesta del rey les llegó después de diez días, en la que les prohibía explícitamente entrar en el interior de su país. Los tres eruditos estaban decepcionados y frustrados. Salieron de Yedda en un barco que los llevó al este de África. Allí, se sintieron incómodos con la idea de regresar en ese momento a Europa, sin haber cumplido con su misión. Por lo tanto, decidieron visitar el sur de Arabia, que originalmente no formaba parte de su itinerario.
Rathjens, con sus dos compatriotas, desembarcó del barco que los llevó por primera vez a Yemen en 1927. A su llegada a Hodeida , Carl Rathjens escribió a su familia en Hamburgo que cuando entró en Yemen había “dejado atrás la civilización; no hay bancos, ni hoteles, ni embajadas. No hay coches, ni carreteras asfaltadas. No hay ninguna oficina de correos en Hodeida; sólo se puede utilizar el telégrafo en Hodeida y Saná . Sólo se utilizan dos sellos en el país y no se reconocen en ningún otro lugar fuera de Yemen. En las casas no hay agua corriente, ni tampoco electricidad. Las familias apenas utilizan muebles en sus casas. La revolución industrial no había llegado a este país. La mayoría de los productos eran hechos a mano; no se utilizaban ni máquinas ni utensilios tecnológicos”. Comparado con Europa, se sentía como si hubiera regresado en el tiempo a la Edad Media. Yemen era, para él, como retroceder quinientos años en una máquina del tiempo.
Ya en su primera visita, estableció una buena relación con el rey, el Imán Yaḥyā Ḥamīd ad-Dīn (1864-1948) y sus cinco hijos mayores, todos ellos sirviendo al país y ocupando puestos ministeriales, o bien gestionando una posición importante en la corte. Rathjens también mantuvo una buena relación con el Primer Ministro, Abdallah al Amri, con quien se comunicaba en inglés. Mantenía una buena relación con el Ministro de Asuntos Exteriores, Muhammad Ragib, con quien se comunicaba en francés. Rathjens y sus colegas eran los invitados oficiales del Imán Yahya. Se alojaron en la casa de huéspedes estatal de Bir el Azab , cerca del barrio judío de Saná. En sus cartas a familiares y amigos, había descrito repetidamente cómo disfrutaba de la hospitalidad del rey y sentía que su vida en Saná era como un capítulo sacado del libro Las mil y una noches .
Rathjens y sus dos colegas fueron los primeros en realizar excavaciones arqueológicas en Yemen. El imán Yahya había enviado a los tres eruditos alemanes a Huqqah para cavar una tumba antigua. [3] Rathjens no pudo convencer al imán de que los tres no eran arqueólogos. Los tres eruditos alemanes partieron hacia Huqqah, cerca de Hagah , con una delegación de cincuenta soldados y un inspector. Con la ayuda de cincuenta trabajadores locales, desenterraron una tumba del siglo II d. C. Rathjens supuso que en Yemen la arqueología estaba en sus etapas iniciales y que debía fomentarse y expandirse. Sin embargo, razonó que la investigación debía realizarse de manera profesional, empleando métodos científicos. Esto le dio el incentivo para solicitar al imán Yahya que estableciera un Ministerio de Antigüedades y construyera un museo en el que se pudieran almacenar y preservar los hallazgos arqueológicos. Rathjens también sugirió que el Imán debería invitar desde Alemania a un equipo formado por un arqueólogo y un filólogo de lenguas semíticas antiguas para inspeccionar las excavaciones, así como para documentar sus hallazgos y descifrar las inscripciones, utilizando métodos científicos estrictos como los utilizados en Europa.
El imán estaba dispuesto a invertir en un edificio para un museo, pero no a invitar a expertos académicos de Europa. El propio Rathjens enseñó a un juez educado localmente cómo copiar la inscripción y documentar los objetos. El imán nombró al Qadi Sadiq como el primer director del museo arqueológico. Éste fue el primer museo arqueológico de la Península Arábiga. El museo en el Aden británico se estableció una década más tarde. Éste no fue el único trabajo pionero realizado por Rathjens. Sin embargo, el museo de Saná no siempre estuvo abierto. Las dificultades políticas y económicas provocaron su cierre. Durante la Segunda Guerra Mundial, el museo estuvo cerrado, pero volvió a abrir después de la guerra. Claudi Fayan trabajó como médica en Saná a principios de la década de 1950 y tomó la iniciativa de reabrir el museo, y también trabajó para abrir un museo etnológico cultural en Saná. Los museos volvieron a cerrarse durante la guerra civil que estalló en Yemen en la década de 1960. Fiotor Grazjenevitch, que fue enviado a Yemen desde San Petersburgo para trabajar en un hospital de Taiz, también se interesó por la arqueología del país y formó parte de una misión rusa para desenterrar algunos yacimientos al norte de Saná. También presionó para que se reabriera el museo arqueológico de Saná.
Rathjens se sorprendió de que no se hubiera establecido una inspección pública para impedir el contrabando de antigüedades en los mercados de Sana'a, Taiz, Hodeida, Amram, Dhamar y Saada. Vio que los comerciantes de los mercados vendían abiertamente a los turistas valiosas antigüedades. Además, también fue testigo de conversaciones con comerciantes extranjeros y turistas que encargaban determinados artículos de una determinada región, con lo que alentaban a los lugareños a desenterrar y robar tumbas y tesoros antiguos y a llevar clandestinamente sus hallazgos para venderlos en los mercados. Rathjens estaba convencido de que ese comercio de antigüedades debía detenerse y que todos los hallazgos o descubrimientos debían documentarse y mantenerse bajo inspección nacional en el país. Además, el patrimonio cultural preislámico debía formar parte del plan de estudios cuando se enseñaba historia en las escuelas, así como a los lugareños. Por lo tanto, recomendó al Imam Yahya que publicara una normativa que prohibiera la exportación de antigüedades del país. El Primer Ministro y el Ministro de Asuntos Exteriores apoyaron su punto de vista y lo recomendaron al Imán para beneficio de la nación. El Imán estuvo de acuerdo y en 1931 publicó un decreto que prohibía la venta y exportación de antigüedades sin obtener primero un permiso escrito. Esta acción también fue considerada como un paso pionero para toda la región.
Carl Rathjens también fue el promotor de la construcción de una estación meteorológica. El imán aceptó su proyecto y lo nombró encargado de la construcción de la estación. Para ello, recibió la ayuda de cincuenta soldados. Rathjens empezó dibujando un plano del edificio, pero él mismo tuvo que buscar madera en los distritos más alejados de Saná y traer el material a la capital. Encargó paja de la región de Hodeida para cubrir el tejado. La estación se construyó en pocos meses. La estación del Wetter Dienst (servicio meteorológico) de Hamburgo donó numerosos instrumentos de medición que Rathjens llevó a Yemen. En la estación, Rathjens y sus alumnos recogían datos sobre el viento, el clima, las temperaturas y las precipitaciones tres veces al día. Los resultados se enviaban por telégrafo a la estación del servicio meteorológico de Hamburgo. Esta fue otra innovación que Rathjens trajo a Yemen y que contribuyó a la modernización del país. Aunque Rathjens no fue el primero en recopilar información sobre el tiempo y el clima en Yemen, su trabajo puede considerarse pionero en el sentido de que fue iniciado y apoyado por el estado. Estos datos ya habían sido recopilados en el pasado por un erudito anterior, Carsten Niebuhr , quien en 1763 midió los efectos de la temperatura y la precipitación durante sus primeras semanas en Yemen. Eduard Glaser , que había pasado más tiempo en Saná y había hecho numerosas visitas a Yemen a finales del siglo XIX, también trajo de Alemania instrumentos para medir la temperatura, la humedad y la precipitación. Glaser lo hizo desde el balcón de una casa de huéspedes en la que vivía. Si bien el trabajo de Niebuhr y Glaser en este campo fue pionero en cierto modo, su trabajo fue de corta duración y carecía de los medios para hacer comparaciones con los datos que habían recopilado durante un período de tiempo más largo. Sin embargo, el plan de Rathjens era que el trabajo en la estación continuara durante un largo período. Por lo tanto, formó a un grupo local para que se encargara de las operaciones de recopilación y transmisión de datos.
Rathjens también contribuyó decisivamente a mejorar los servicios postales y de comunicaciones del Yemen. Sugirió al imán Yahya que inscribiera a su país en la “Asociación Internacional de Correos y Telégrafos”. El imán encargó al director general de la oficina de correos de Saná que le ayudara en estas tareas, mientras que Rathjens fue a Berlín a encargar nuevos sellos que también serían reconocidos fuera del Yemen. Tras finalizar los preparativos preliminares para la nueva oficina de correos, Rathjens presentó una solicitud para que el Yemen se convirtiera en miembro de la Asociación Internacional de Correos y Telégrafos bajo la supervisión del imán. Yemen se colocó en el mapa de las comunicaciones mundiales y se convirtió en miembro en 1931, siendo el primer país de Arabia en hacerlo.
El imán apreciaba a Carl Rathjens y confiaba en él. Veía en Rathjens un buen embajador para Yemen en Europa. El imán estaba interesado en importar trigo de Europa, porque Yemen había sufrido varios años de hambruna severa. También estaba muy interesado en que Rathjens trabajara para él como consultor para comprar armas en Europa, así como otros productos industriales para ayudar en la modernización de su país. Rathjens también estaba muy interesado en que Alemania desarrollara relaciones amistosas con Yemen y que los dos países ampliaran sus intercambios comerciales. Yemen estaba molesto con las autoridades británicas en su frontera sur y el imán temía que los británicos atacaran algún día su país. Fue en estas condiciones que Rathjens animó al Ministerio de Asuntos Exteriores alemán a firmar un tratado de defensa mutua con Yemen.
En Yemen, Rathjens estudió el sistema político y jurídico de los cortesanos, incluida la estructura demográfica de la nación, e informó a sus lectores sobre los grupos minoritarios que viven en el país, su estatus social y legal. Dedica una reseña especial a la comunidad judía en Yemen , en un libro titulado Arquitectura doméstica judía en San'a, Yemen , un libro que detalla su historia y cultura recientes, con documentación de las artesanías y la cultura material de los judíos en Sana'a. [4] [5]
Carl Rathjens fue vanguardista en el procesamiento sistemático de la flora del sur de Arabia, que vio allí en 1927 y 1928, y contribuyó considerablemente al conocimiento en este campo. [6]
Rathjens se interesó personalmente por los judíos de Yemen , fotografiándolos y escribiendo sobre el barrio judío y su arquitectura. Durante la visita de Rathjens al rabino jefe (en 1927 o 1931), copió los nombres de las ciudades y pueblos en los que los judíos se habían establecido en Yemen a partir de una lista que le había facilitado el rabino y que había tomado de los registros de impuestos, de los que el rabino era responsable ante el rey. Calcula que el número total de comunidades judías en Yemen es de 371. [7]
El hijo de Rathjens, Carl Rathjens Jr. (1914-1994), fue un geomorfólogo especializado en investigación glacial y alpina y un gran conocedor del Este, especialmente de Afganistán.
La colección de Rathjens incluye más de 2.500 objetos etnográficos judíos. Le ofreció a la Sra. Hadassa Calvari-Rosenblit, de la Agencia Judía en Palestina, comprarle los duplicados. Ella remitió su oferta a la Universidad Hebrea, que le compró casi 2.000 objetos. Rathjens contribuyó mucho a preservar la cultura yemení entre los judíos yemeníes en Palestina. Se realizaron exposiciones y se dieron conferencias sobre la rica cultura judía yemení, con una exhibición de sus trajes y joyas.
En su colección se encuentran unas cuatro mil fotografías en negativo y positivo, siendo la colección visual más grande jamás realizada hasta la fecha por un solo investigador en Yemen, y que documenta el estado y su gente durante el gobierno del imán Yahya Hamid al-Din y describe un mundo y una cultura que han desaparecido hace mucho tiempo y que ya no existen. Durante sus visitas a Yemen en 1927, 1931, 1934 y 1938, recopiló, imprimió o compró cientos de inscripciones que datan del período himyarita y la era islámica temprana, adquiriendo antigüedades y recopilando muestras etnográficas en los diversos mercados de todo Yemen. Cargó estas inscripciones en aproximadamente 100 camellos y las hizo trasladar a Hodeida, desde donde se embarcaron con destino a Hamburgo. Rathjens también visitó el Protectorado británico de Adén y compró allí antigüedades por valor de miles de libras.
La mayor parte de los objetos de colección que trajo de Yemen se conservan hoy en el Museo de Etnología de Hamburgo ( Museum für Völkerkunde Hamburg ), entre los que se encuentran cientos de inscripciones del período himyarítico y del primer período islámico, manuscritos árabes y hebreos, miles de objetos relacionados con la etnografía y la documentación de la cultura material en Yemen. En 1939, Salman Schocken (1877-1959) compró unos 800 objetos de la colección de Rathjens de material etnográfico de la judería yemení, que luego prestó al Museo Bezalel por insistencia de Erich Brauer y Hadasah Perlman-Ḳalṿari-Rozenbliṭ. Con la fundación del Museo de Israel en 1965, la colección original de Carl Rathjens en el Museo Bezalel, con más de 1000 fotografías (de ellas, unas 200 relacionadas con la comunidad judía de Yemen), fueron puestas bajo la supervisión de Aviva Muller-Lancet para su transferencia al Museo de Israel , donde ahora se encuentran en préstamo permanente al Departamento de Etnología, hoy parte del Ala Mandel para el Arte y la Vida Judía, bajo el título "Colección S. Schocken". [8] [9]