Según el historiador John F. Pollard, Nogara puso las bases de la solidez financiera del Vaticano después de la Segunda Guerra Mundial.[2] Se formó en el Politécnico de Milán.Posteriormente trabajó en la industria minera y llegó a ser delegado en Estambul de la Banca Commerciale Italiana.También trabajó en el saneamiento y restructuración del Reichsbank, el Banco central de Alemania, antes de comenzar su labor en la Ciudad del Vaticano en 1929, convirtiéndose en una de las figuras más influyentes en su seno.Ejerció su cargo hasta 1954, aunque continuó realizando labores de asesoría a la Santa Sede hasta su fallecimiento.