Bartolomeo Facio o Fazio, latinizado Bartholomaeus Facius (La Spezia, hacia 1400-Nápoles, 1457), fue un humanista, escritor e historiador renacentista, activo en la corte de Alfonso el Magnánimo.
Entre sus obras, que en gran parte quedaron manuscritas, se encuentran algunas de las primeras crónicas dedicadas a artistas.
Con dedicatoria al rey Alfonso escribió en 1445 una de sus obras más importantes: De vitae felicitate, un diálogo basado en escritores clásicos y cristianos en el que participan Guarino, el Panormita y Giovanni Lamola.
Entre los humanistas y escritores en lengua vulgar, que forman el grueso de los biografiados, Facio se ocupó de los escultores Donatello y Lorenzo Ghiberti junto con su hijo Vittorio, de Leon Battista Alberti al que sitúa entre los oratori, y de cuatro pintores: los italianos Pisanello y Gentile da Fabriano, y dos flamencos: Jan van Eyck y Rogier van der Weyden, lo que hace más singular la obra al tratarse de uno de los primeros italianos que se interesaron por la pintura nórdica.
[2] Polemizó con Lorenzo Valla, que escribió un Antidotum in Facium en cuatro libros en respuesta a la Invective in Laurentium Vallam de Facio.