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Archivo General de Simancas

El Archivo General de Simancas ( en español : Archivo General de Simancas , también conocido por sus siglas, AGS ) es un archivo oficial ubicado en el Castillo de Simancas , en la localidad de Simancas , provincia de Valladolid , Castilla y León , España . Fue fundado en 1540, siendo este el primer archivo oficial de la Corona de Castilla .

La evolución cronológica de la institución ha estado influida por la historia de la Corona de Castilla . Los momentos de fortaleza o debilidad de la monarquía española se han reflejado en la regularidad de la llegada de documentos o por el contrario en la escasez de recursos. Un hito importante se produjo en 1588, cuando Felipe II de España expidió la carta del Archivo de Simancas, un documento clave para entender la gestión tanto de este archivo como de otros en la península. Asimismo, los daños sufridos durante la Guerra de la Independencia Española ( Guerra de la Independencia ) tuvieron un gran impacto en la institución.

En la actualidad, el AGS es una institución cultural financiada por el Ministerio de Cultura de España dedicada a la conservación, catalogación e investigación, actividades que han permitido al archivo ser considerado uno de los referentes de la península Ibérica en la conservación y custodia de documentos.

La UNESCO otorgó al Archivo General de Simancas la distinción de Patrimonio Mundial en 2017 dentro de su categoría Programa Memoria del Mundo .

Ubicación

Vista aérea del Castillo de Simancas y el archivo, año 2023.
Un documento de 1540, escrito por Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Documento del Archivo General de Simancas escrito en 1600. La UNESCO otorgó a Simancas la distinción de Patrimonio Mundial dentro de su categoría Programa Memoria del Mundo .

El archivo se situó en Simancas, localidad situada a unos 10 km de Valladolid . El lugar no fue elegido al azar, sino que se seleccionó por estar bien fortificada y ser fácilmente defendible. Durante el periodo de la Reconquista , la villa de Simancas tuvo relevancia como zona fronteriza. Posteriormente, su situación estratégica entre los reinos de León y Castilla le confirió un papel político en ese periodo. Tras la conquista de Toledo y su territorio en 1085 la villa perdió su importancia, y en el siglo XIII era tan sólo una de las muchas localidades de las afueras de Valladolid. Sin embargo, pronto dejó de formar parte de la jurisdicción de Valladolid, pues en 1465 el rey Enrique IV de Castilla cedió algunos poderes a la ciudad de Simancas para animarla a permanecer fiel a él.

Hasta 1917, los historiadores modernos y contemporáneos databan el castillo de Simancas en la época de la Reconquista. Sin embargo, en ese año Francisco Rodríguez Marín publicó un escrito en el que afirmaba que el castillo de Simancas había sido tomado por el almirante Fadrique en tiempos de Enrique IV, y posteriormente derribado y reconstruido por su hijo, el almirante Alonso Enríquez. Por tanto, la fecha de construcción del castillo actual puede situarse entre 1467 y 1480. El castillo ha sido ampliamente reformado a lo largo de los siglos, y quedan pocos vestigios de su estructura original.

Entre los factores que llevaron a la decisión de elegir el castillo de Simancas como archivo se encuentra el hecho de que, tras avanzar las fronteras del territorio cristiano hacia los territorios del sur, el castillo ya no tenía una función específica en tiempos de paz, por lo que tuvo otros usos, desde depósito de armas hasta prisión de Estado, funciones que cumplía al mismo tiempo que la de archivo. A ello se sumó la influencia de Francisco de los Cobos, Comendador Mayor de León , miembro de la Corte de Carlos I que ejerció toda su influencia para que el archivo se situara en Simancas.

El castillo no era un lugar concebido para albergar un archivo, por lo que existen algunos problemas que han preocupado a los archiveros a lo largo de la historia. El más importante de ellos es el riesgo de incendio. En el pasado, compartir el espacio de archivo con una cárcel aumentaba el riesgo de que los archivos quedaran reducidos a cenizas. Además, al tratarse de una fortaleza, el edificio fue un objetivo prioritario en conflictos bélicos, como la Guerra de la Independencia Española de 1808-1814.

El edificio no fue diseñado para albergar documentos ni para la investigación, por lo que la ornamentación no pretendía ensalzar la erudición, sino el poder real. Por ejemplo, una de las puertas del AGS estaba decorada con el escudo de armas del rey Felipe II . Además, durante mucho tiempo ha sido difícil alojar a los investigadores. A lo largo de los años se han realizado algunas mejoras para solucionar este problema.

Véase también

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