Nacido en Viena, de orígenes húngaros y checos, desde niño mostró una predisposición notable para la música.
En 1948 Carol Reed estaba preparando la filmación de su película en Viena cuando encontró a Karas tocando en una taberna vienesa.
El encuentro se llevó a cabo por casualidad en ese lugar, y la elección resultó ser un golpe de suerte para ambos.
[1] Poco antes de terminar la película, Carol Reed instaló a Anton Karas en el Hotel Astoria en Viena, donde se le pidió grabar para el equipo durante varias horas.
El sencillo fue seguido por un LP de sus piezas y otras canciones publicadas por los vieneses Decca.