Mientras que la mayoría de los artistas académicos brasileños se hicieron famosos pintando escenas mitológicas o históricas, Almeida Júnior se convirtió en popular por pintar figuras rurales, especialmente granjeros y al caipira, el hombre del campo que es una especie de símbolo de las regiones rurales del estado de São Paulo.Los bandeirantes, los implacables exploradores del Brasil colonial estuvieron representados en A partida da monção, que muestra una expedición en el río Tietê.En la capital francesa, Alexandre Cabanel sería uno de sus maestros.Admiró a los pintores realistas y naturalistas franceses, que ejercieron una gran influencia en su obra.Al regresar a Brasil en 1882 se convirtió en uno de los miembros líderes del realismo en la pintura brasileña.