El ano es una abertura del tracto digestivo de un animal, siendo el extremo opuesto a la boca.
Su función es controlar la expulsión de las heces, materia no deseada semisólida producida durante la digestión después de que todos los nutrientes se hayan extraído.
Está presente en todas las aves, anfibios y reptiles, así como en algunos peces (condrictios).
El desarrollo del ano fue una etapa importante en la evolución de los animales multicelulares.
De hecho, parece haber ocurrido por lo menos dos veces, siguiendo diferentes caminos en protostomados y deuteróstomos.