Rebenque

El mango puede forrarse también, para lo cual se emplea cuero trenzado o el pene del toro, que ofrece la ventaja de no poseer costuras que lastimaran las manos en el trajín diario.

Una corta correa permite engancharlo a la muñeca o al borrén de la montura.

El rebenque se empleaba asimismo como arma, supliendo al facón en los combates que no ameritaban efusión de sangre o llevado en la mano izquierda para complementar a aquel, así como para disciplina corporal en el ámbito doméstico y escolar.

Hay una variante del rebenque de argolla, que se hace todo en gruesos tientos de sección cuadrada, en un trenzado especial llamado caracol, cuyo mango se prolonga en una azotera también trenzada, en redondo, con una azoterita, en su extremo; se le denomina "cola de tatú".

En el extremo superior del pomo, en su centro hay una argollita soldada u ojal por donde pasa la manija que es relativamente fina.

En los pomos de metal se suelen poner las iniciales del dueño.

La azotera, ancha y a veces más corta que el mango.

El talero, excelente para la doma, es además por su peso, una arma terrible esgrimido por la azotera.

Hay una variante del talero, muy de uso en Entre Ríos y Corrientes, llamada guacha.

Consta esencialmente de dos partes: el mango y la trenza o azotera.

Rebenque.