Annales Bertiniani

Los Annales Bertiniani (Anales de San Bertín) son una crónica franca encontrada en la abadía de San Bertin, región Nord-Pas-de-Calais (Francia), del que toma su nombre.

Esta especialización en los centros monásticos, que albergaban una gran cantidad de riqueza, ha llevado a algunos historiadores a creer que los escritores contemporáneos del lugar (que como Prudencio y Hincmaro, eran prácticamente todos clérigos) exageraban la importancia de las racias vikingas al ser ellos los principales objetivos de los ataques e hinchaban las pérdidas producidas porque los reyes frecuentemente pagaban los daños producidos, como hizo Carlos III el Gordo en el asedio de París.

[3]​ La mayoría de los historiadores actuales sin embargo creen que los vikingos supusieron poco más que una persistente y engorrosa amenaza militar para el régimen carolingio.

En algún lugar cerca de Maguncia el emperador franco Ludovico Pío les interrogó y le dijeron que su jefe se llamaba "Chacanus" (término latino para "Khagan") y que vivían en el norte de Rusia, y que su origen ancestral era Suecia.

[6]​ Su narración se termina en 882 cuando el anciano obispo Hincmaro se vio forzado a huir de su catedral en Reims debido a la aproximación que estaban realizando invasores vikingos.