Se puso de moda entre la clase media rusa desde finales del siglo XIX, lo que se reflejó en El jardín de los cerezos, famosa obra de teatro escrita por Antón Chéjov en 1904.
Generalmente pequeñas, incluso en algunos casos se trata de simples cabañas de madera que solo se pueden utilizar en el verano, cuando los intensos fríos del invierno ceden.
En Rusia existe toda una «cultura de la dacha», ya que muchas personas lo toman como hobby, cuidan las cabañas y sus jardines.
En la antigua Unión Soviética, la dacha se asociaba a las casas que usaban los altos dirigentes del Partido Comunista.
La palabra proviene del verbo dat (дать) —«dar» en ruso— y designa en un principio un refugio de verano «dado» por el zar a un miembro de la corte.