La virescencia es el desarrollo anormal de la pigmentación verde en partes de la planta que normalmente no son verdes, como los brotes o las flores (en cuyo caso se conoce como virescencia floral ). [1] La virescencia está estrechamente asociada con la filodia (el desarrollo anormal de partes de la flor en hojas ) y la escoba de bruja (el crecimiento anormal de una masa densa de brotes a partir de un solo punto). A menudo son síntomas de la misma enfermedad que afecta a las plantas, típicamente las causadas por fitoplasmas . [2] El término clorantía también se usa a veces para la virescencia floral, aunque se usa más comúnmente para la filodia. [3]
El término fue acuñado alrededor de 1825, del latín virescere , "volverse verde". En inglés, el término virescente también puede referirse a lo verde (cf. verdant). [4]
La principal causa de la virescencia es la presencia de fitoplasmas, microorganismos patógenos que infectan a las plantas y alteran su crecimiento. Los fitoplasmas a menudo alteran los procesos normales de las plantas, como el desarrollo del color de las flores, lo que provoca la virescencia. [5] Sin embargo, existen casos en los que la coloración verde de las flores también puede atribuirse a factores genéticos dentro de la propia planta.
En algunos casos, su diagnóstico puede ser complicado, ya que las flores de color verde natural y los factores genéticos que modifican la distribución de la antocianina en las plantas pueden imitar sus síntomas. Por ejemplo, se puede observar en ciertas variedades de rosas chinas y clones específicos de la vincapervinca. Si bien las enfermedades asociadas a fitoplasmas más notables se informan comúnmente en especies con flores cultivadas comercialmente, la virescencia también afecta a los cultivos hortícolas y de semillas, incluidos los tomates, las coles, las fresas y el trébol, entre otros. [6]
Los efectos de la virescencia pueden variar según el tipo de planta afectada. En las plantas con flores comerciales, la virescencia puede reducir el atractivo estético de las flores, lo que puede afectar su valor de mercado y su atractivo para los compradores. Además, la virescencia puede servir como indicador de una infección por fitoplasma, que puede causar pérdidas de producción significativas en cultivos agrícolas y hortícolas. Por lo tanto, una mejor comprensión de la virescencia y sus factores influyentes es crucial para el control de enfermedades de las plantas y la gestión agrícola sostenible.