El término sánscrito samādhi (en alfabeto devanagari: समाधि) proviene de sam o samiak: ‘completo’ y ādhi: ‘absorción [mental]’.Diferentes tradiciones religiosas conciben el samadhi de manera diferente: Así: Para el hinduismo, el samadhi es una iluminación en la que el meditante trasciende la apariencia fenoménica y se libera así del samsara (el ciclo de nacimiento, muerte y reencarnación).[cita requerida] El escritor Mircea Eliade (1907-1986), en su estudio de las religiones orientales, ha evitado traducir la palabra samadhi como ‘éxtasis’, ya que afirma que el concepto del samadhi implica un «ensimismamiento» por el cual el sujeto se identifica con Dios; por ello ha elaborado el neologismo énstasis.[cita requerida] De modo semejante, otro estudioso occidental del yoga, Mason Oursel, ha traducido la palabra samadhi con el neologismo isolación ya que según su opinión el samadhi se logra a partir de un aislamiento (tanto «aislamiento» como el neologismo «isolación» tienen como origen la palabra italiana ísola: ‘isla’) del sujeto, aislamiento que le dejaría solo con Dios.En cambio algunos escritores sostienen que no se puede practicar la meditación si intervienen los sentidos y el mundo exterior[2].Tradicionalmente se considera que este yoga es solo una preparación previa del cuerpo para hacerlo mejor instrumento para la meditación.