Investigaciones filosóficas ( en alemán : Philosophische Untersuchungen ) es una obra del filósofo Ludwig Wittgenstein , publicada póstumamente en 1953.
Las Investigaciones filosóficas se dividen en dos partes, que consisten en lo que Wittgenstein llama, en el prefacio, Bemerkungen , traducido por GEM Anscombe como "observaciones". [1]
Una encuesta realizada entre profesores universitarios y de escuelas superiores estadounidenses clasificó a las Investigaciones como el libro más importante de la filosofía del siglo XX . [2]
En el prólogo, Wittgenstein afirma que las Investigaciones filosóficas sólo pueden entenderse en contraste con mi antigua forma de pensar y en el contexto de esta. Esa "antigua forma de pensar" se encuentra en el único libro que Wittgenstein publicó en vida, el Tractatus logico-philosophicus . Muchas de las ideas desarrolladas en el Tractatus son criticadas en las Investigaciones , mientras que otras ideas se desarrollan más a fondo.
Los Libros Azul y Marrón , un conjunto de notas dictadas a su clase en Cambridge entre 1933 y 1934, contienen las semillas de los pensamientos posteriores de Wittgenstein sobre el lenguaje y son ampliamente leídos como un punto de inflexión en su filosofía del lenguaje.
Wittgenstein desarrolla esta discusión de los juegos en la noción clave de un juego de lenguaje . Para Wittgenstein, su uso del término juego de lenguaje "tiene como objetivo poner de relieve el hecho de que el uso del lenguaje es parte de una actividad o de una forma de vida". [3] Una característica central de los juegos de lenguaje es que el lenguaje se utiliza en un contexto y no puede entenderse fuera de ese contexto. Wittgenstein enumera los siguientes ejemplos de juegos de lenguaje: "Dar órdenes y obedecerlas"; "describir la apariencia de un objeto o dar sus medidas"; "construir un objeto a partir de una descripción (un dibujo)"; "informar de un acontecimiento"; "especular sobre un acontecimiento". [3] El ejemplo famoso es el significado de la palabra "juego". Hablamos de varios tipos de juegos: juegos de mesa, juegos de apuestas, deportes y "juegos de guerra". Todos ellos son usos diferentes de la palabra "juegos". Wittgenstein también da el ejemplo de “¡Agua!”, que puede utilizarse como exclamación, orden, petición o respuesta a una pregunta. El significado de la palabra depende del juego de lenguaje en el que se utiliza. Otra forma en que Wittgenstein plantea el punto es que la palabra “agua” no tiene significado fuera de su uso dentro de un juego de lenguaje. Uno podría utilizar la palabra como una orden para que alguien le traiga un vaso de agua. Pero también puede utilizarse para advertir a alguien de que el agua ha sido envenenada. Uno podría incluso utilizar la palabra como un código por parte de los miembros de una sociedad secreta.
Wittgenstein no limita la aplicación de su concepto de juegos de lenguaje al significado de las palabras, sino que lo aplica también al significado de las oraciones. Por ejemplo, la oración «Moisés no existió» (§79) puede significar varias cosas. Wittgenstein sostiene que, independientemente de su uso, la oración todavía no «dice» nada. Es «carente de significado» en el sentido de que no es significativa para un propósito particular. Adquiere significado sólo si la usamos dentro de un contexto; la oración por sí misma no determina su significado, sino que adquiere significado sólo cuando se usa para decir algo. Por ejemplo, puede usarse para decir que ninguna persona o figura histórica encaja con las descripciones atribuidas a la persona que lleva el nombre de «Moisés». Pero también puede significar que el líder de los israelitas no se llamaba Moisés. O que no puede haber habido nadie que lograra todo lo que la Biblia relata sobre Moisés, etc. El significado de la oración depende, por tanto, de su uso en un contexto.
Las Investigaciones tratan en gran medida de las dificultades del lenguaje y del significado . Wittgenstein consideraba que las herramientas del lenguaje eran fundamentalmente simples [a] [ se necesitaba una fuente no primaria ] y creía que los filósofos habían oscurecido esta simplicidad al usar mal el lenguaje y al plantear preguntas sin sentido. En las Investigaciones intentó aclarar las cosas: " Der Fliege den Ausweg aus dem Fliegenglas zeigen " (mostrar a la mosca la salida de la botella) . [4]
Wittgenstein afirma que el significado de una palabra se basa en cómo se entiende la palabra dentro del juego del lenguaje. Un resumen común de su argumento es que el significado es uso . Según la teoría del uso del significado , las palabras no se definen por referencia a los objetos que designan o por las representaciones mentales que uno podría asociar con ellas, sino por cómo se usan. Por ejemplo, esto significa que no hay necesidad de postular que hay algo llamado bueno que existe independientemente de cualquier buena acción. [5] La teoría del significado de Wittgenstein contrasta con el realismo platónico [6] y con las nociones de sentido y referencia de Gottlob Frege . [7] Este argumento ha sido etiquetado por algunos autores como "holismo antropológico". [8]
La sección 43 de las Investigaciones filosóficas de Wittgenstein dice: "Para una gran clase de casos —aunque no para todos— en los que empleamos la palabra "significado", ésta puede definirse así: el significado de una palabra es su uso en el lenguaje".
Wittgenstein comienza Investigaciones filosóficas con una cita de las Confesiones de Agustín , que representa la visión de que el lenguaje sirve para señalar objetos en el mundo y la visión que él criticará. [9]
Las palabras individuales de un idioma nombran objetos; las oraciones son combinaciones de esos nombres. En esta imagen del lenguaje encontramos las raíces de la siguiente idea: cada palabra tiene un significado. Este significado está correlacionado con la palabra. Es el objeto al que la palabra representa.
Wittgenstein rechaza una variedad de formas de pensar sobre cuál es el significado de una palabra o cómo se pueden identificar los significados. Muestra cómo, en cada caso, el significado de la palabra presupone nuestra capacidad para usarla. Primero pide al lector que realice un experimento mental: elabore una definición de la palabra "juego". [10] Si bien esto puede parecer al principio una tarea sencilla, luego pasa a guiarnos a través de los problemas con cada una de las posibles definiciones de la palabra "juego". Cualquier definición que se centre en la diversión nos deja insatisfechos, ya que los sentimientos experimentados por un jugador de ajedrez de clase mundial son muy diferentes a los de un círculo de niños que juegan al pato, pato, ganso . Cualquier definición que se centre en la competencia no podrá explicar el juego de atrapar la pelota o el juego del solitario . Y una definición de la palabra "juego" que se centre en las reglas caerá en dificultades similares.
El punto esencial de este ejercicio se pasa por alto con frecuencia. El punto de Wittgenstein no es que sea imposible definir "juego", sino que incluso si no tenemos una definición, podemos usar la palabra con éxito . [11] Todo el mundo entiende lo que queremos decir cuando hablamos de jugar un juego, e incluso podemos identificar y corregir claramente usos inexactos de la palabra, todo ello sin referencia a ninguna definición que consista en condiciones necesarias y suficientes para la aplicación del concepto de juego. La palabra alemana para "juego", "Spiele/Spiel", tiene un sentido diferente al español; el significado de "Spiele" también se extiende al concepto de "jugar" y "jugar". Este sentido alemán de la palabra puede ayudar a los lectores a comprender mejor el contexto de Wittgenstein en sus comentarios sobre los juegos.
Wittgenstein sostiene que las definiciones surgen de lo que él llamó " formas de vida ", más o menos la cultura y la sociedad en las que se utilizan. Wittgenstein hace hincapié en los aspectos sociales de la cognición; para ver cómo funciona el lenguaje en la mayoría de los casos, tenemos que ver cómo funciona en una situación social específica. [ cita requerida ] Es este énfasis en estar atento al contexto social en el que el lenguaje se vuelve inteligible lo que explica el comentario elíptico de Wittgenstein de que "si un león pudiera hablar, no podríamos entenderlo". Sin embargo, al proponer el experimento mental que involucra al personaje ficticio Robinson Crusoe , un capitán náufrago en una isla desolada sin ningún otro habitante, Wittgenstein muestra que el lenguaje no es en todos los casos un fenómeno social (aunque lo es en la mayoría de los casos); en cambio, el criterio para un lenguaje se basa en un conjunto de actividades normativas interrelacionadas : enseñanza, explicaciones, técnicas y criterios de corrección. En resumen, es esencial que una lengua sea compartible, pero esto no implica que para que una lengua funcione deba ser previamente compartida. [12]
Wittgenstein rechaza la idea de que las definiciones ostensivas puedan proporcionarnos el significado de una palabra. Para Wittgenstein, lo que la palabra representa no proporciona el significado de la palabra. Wittgenstein argumenta esto mediante una serie de movimientos para mostrar que la comprensión de una definición ostensiva presupone una comprensión de la forma en que se utiliza la palabra que se define. [13] [14] Así, por ejemplo, no hay diferencia entre señalar un trozo de papel, su color o su forma, pero comprender la diferencia es crucial para usar el papel en una definición ostensiva de una forma o de un color.
¿Por qué estamos seguros de que una actividad particular (por ejemplo, el tiro al blanco olímpico ) es un juego mientras que una actividad similar (por ejemplo, el tiro militar de precisión) no lo es? [ cita requerida ] La explicación de Wittgenstein está ligada a una analogía importante. ¿Cómo reconocemos que dos personas que conocemos están relacionadas entre sí? Podemos ver altura, peso, color de ojos, cabello, nariz, boca, patrones de habla, opiniones sociales o políticas, gestos, estructura corporal, apellidos, etc. similares. Si vemos suficientes coincidencias, decimos que hemos notado un parecido familiar . [15] Tal vez sea importante notar que esto no siempre es un proceso consciente; generalmente no catalogamos varias similitudes hasta que alcanzamos un cierto umbral, solo vemos intuitivamente las semejanzas. Wittgenstein sugiere que lo mismo es cierto del lenguaje. Todos estamos familiarizados (es decir, socialmente) con suficientes cosas que son juegos y suficientes cosas que no son juegos como para poder categorizar nuevas actividades como juegos o no.
Esto nos lleva de nuevo a la confianza de Wittgenstein en la comunicación indirecta y en los experimentos mentales. Algunas confusiones filosóficas surgen porque no somos capaces de ver los parecidos familiares. Hemos cometido un error al comprender las reglas vagas e intuitivas que utiliza el lenguaje y, por lo tanto, nos hemos enredado en nudos filosóficos. Wittgenstein sugiere que un intento de desenredar estos nudos requiere algo más que simples argumentos deductivos que señalen los problemas de alguna posición particular. En cambio, el objetivo más amplio de Wittgenstein es tratar de desviarnos de nuestros problemas filosóficos el tiempo suficiente para que tomemos conciencia de nuestra capacidad intuitiva de ver los parecidos familiares.
El análisis de Wittgenstein sobre las reglas y el seguimiento de reglas abarca desde el § 138 hasta el § 242. Wittgenstein comienza su análisis de las reglas con el ejemplo de una persona que da órdenes a otra "para que escriba una serie de signos de acuerdo con una cierta regla de formación". [16] La serie de signos consiste en los números naturales. Wittgenstein establece una distinción entre seguir órdenes copiando los números que siguen la instrucción y comprender la construcción de la serie de números. Una característica general de los juegos que Wittgenstein considera en detalle es la forma en que consisten en seguir reglas. Las reglas constituyen una familia, en lugar de una clase que pueda definirse explícitamente. [17] En consecuencia, no es posible proporcionar una explicación definitiva de lo que es seguir una regla. De hecho, sostiene que cualquier curso de acción puede ser interpretado de acuerdo con alguna regla particular y que, por lo tanto, una regla no puede usarse para explicar una acción. [18] Más bien, para decidir si se sigue una regla o no se debe observar si las acciones se ajustan a las expectativas de la forma particular de vida en la que uno se involucra. Seguir una regla es una actividad social.
Saul Kripke ofrece un influyente análisis de las observaciones de Wittgenstein sobre las reglas. Para Kripke, el análisis de Wittgenstein sobre las reglas "puede considerarse como una nueva forma de escepticismo filosófico". [19] Comienza su análisis de Wittgenstein citando lo que describe como la paradoja escéptica de Wittgenstein: "Esta era nuestra paradoja: ningún curso de acción podía ser determinado por una regla, porque todo curso de acción puede ser hecho de acuerdo con la regla. La respuesta era: si todo puede ser hecho de acuerdo con la regla, entonces también puede ser hecho de acuerdo con ella. Y entonces no habría ni acuerdo ni conflicto aquí". [20] Kripke sostiene que las implicaciones del análisis de Wittgenstein sobre las reglas es que ninguna persona puede querer decir algo por el lenguaje que usa o seguir correctamente (o no seguir) una regla. [21] En su libro de 1984, Wittgenstein on Meaning , [22] Colin McGinn cuestionó la interpretación de Kripke. [23]
Wittgenstein también considera la posibilidad de un lenguaje que hable de aquellas cosas que sólo conoce el usuario, cuyo contenido es inherentemente privado. El ejemplo habitual es el de un lenguaje en el que uno nombra sus sensaciones y otras experiencias subjetivas, de modo que el significado del término lo decide sólo el individuo. Por ejemplo, el individuo nombra una sensación particular, en alguna ocasión, "S", y pretende utilizar esa palabra para referirse a esa sensación. [24] A un lenguaje de este tipo Wittgenstein lo llama lenguaje privado .
Wittgenstein presenta varias perspectivas sobre el tema. Una de las cuestiones que plantea es que es incoherente hablar de saber que uno se encuentra en un estado mental determinado. [25] Mientras que otros pueden enterarse de mi dolor, por ejemplo, yo simplemente tengo mi propio dolor; de ello se sigue que uno no sabe de su propio dolor, uno simplemente tiene un dolor. Para Wittgenstein, este es un punto gramatical, parte de la forma en que se desarrolla el juego de lenguaje que involucra la palabra "dolor". [26]
Aunque Wittgenstein sostiene que la noción de lenguaje privado es incoherente, debido a la forma en que se presenta el texto, la naturaleza exacta del argumento es discutida. En primer lugar, sostiene que un lenguaje privado no es realmente un lenguaje en absoluto. Este punto está íntimamente relacionado con una variedad de otros temas en sus obras posteriores, especialmente sus investigaciones sobre el "significado". Para Wittgenstein, no existe una única "muestra" u "objeto" coherente al que podamos llamar "significado". Más bien, la suposición de que existen tales cosas es la fuente de muchas confusiones filosóficas. El significado es un fenómeno complejo que está entretejido en la trama de nuestras vidas. Una buena primera aproximación al punto de vista de Wittgenstein es que el significado es un evento social ; el significado sucede entre usuarios del lenguaje. En consecuencia, no tiene sentido hablar de un lenguaje privado, con palabras que significan algo en ausencia de otros usuarios del lenguaje.
Wittgenstein también sostiene que no es posible utilizar las palabras de un lenguaje privado. [27] Invita al lector a considerar un caso en el que alguien decide que cada vez que tiene una sensación particular colocará un signo S en un diario. Wittgenstein señala que en tal caso no se pueden tener criterios para determinar la corrección del uso de S. Nuevamente, se consideran varios ejemplos. Uno es que tal vez el uso de S implica consultar mentalmente una tabla de sensaciones, para verificar que uno ha asociado S correctamente; pero en este caso, ¿cómo se podría verificar la tabla mental para determinar su corrección? Es "como si alguien comprara varias copias del periódico de la mañana para asegurarse de que lo que dice es cierto", como dice Wittgenstein. [28] Una interpretación común del argumento es que, si bien uno puede tener acceso directo o privilegiado a sus estados mentales actuales , no existe un acceso infalible para identificar estados mentales previos que uno tuvo en el pasado. Es decir, la única manera de comprobar si se ha aplicado correctamente el símbolo S a un determinado estado mental es hacer una introspección y determinar si la sensación actual es idéntica a la sensación previamente asociada con S. Y aunque identificar el estado mental actual de recuerdo puede ser infalible, no es infalible si se ha recordado correctamente. Por lo tanto, para que un idioma pueda utilizarse, debe tener algún criterio público de identidad.
Wittgenstein sostiene que, a menudo, lo que se considera un problema filosófico profundo desaparece y acaba siendo visto como una confusión acerca del significado de las palabras que los filósofos utilizan para formular esos problemas y cuestiones. Sólo de esta manera resulta interesante hablar de algo así como un "lenguaje privado", es decir, resulta útil ver cómo el "problema" resulta de un malentendido.
En resumen: Wittgenstein afirma que, si algo es un lenguaje, no puede ser (lógicamente) privado; y si algo es privado, no es (y no puede ser) un lenguaje.
Otro punto que Wittgenstein plantea contra la posibilidad de un lenguaje privado tiene que ver con el experimento mental del escarabajo en una caja. [29] Pide al lector que imagine que cada persona tiene una caja, dentro de la cual hay algo a lo que todos quieren referirse con la palabra "escarabajo". Además, supongamos que nadie puede mirar dentro de la caja de otro, y cada uno afirma saber qué es un "escarabajo" sólo examinando su propia caja. Wittgenstein sugiere que, en tal situación, la palabra "escarabajo" no podría ser el nombre de una cosa, porque suponer que cada persona tiene algo completamente diferente en sus cajas (o nada en absoluto) no cambia el significado de la palabra; el escarabajo como objeto privado "sale de la consideración como irrelevante". [29] Por lo tanto, argumenta Wittgenstein, si podemos hablar de algo, entonces no es privado , en el sentido considerado. Y, contrapositivamente, si consideramos que algo es realmente privado, se sigue que no podemos hablar de ello .
Las investigaciones de Wittgenstein sobre el lenguaje conducen a varias cuestiones relativas a la mente. Su blanco principal de crítica es cualquier forma de mentalismo extremo que postule estados mentales que no tienen ninguna relación con el entorno del sujeto. Para Wittgenstein, el pensamiento está inevitablemente ligado al lenguaje, que es inherentemente social. Parte del credo de Wittgenstein se capta en la siguiente proclamación: "Un 'proceso interno' necesita criterios externos". [30] Esto se desprende principalmente de sus conclusiones sobre los lenguajes privados: un estado mental privado (una sensación de dolor, por ejemplo) no puede discutirse adecuadamente sin criterios públicos para identificarlo.
Según Wittgenstein, quienes insisten en que la conciencia (o cualquier otro estado mental aparentemente subjetivo) no tiene conexión conceptual con el mundo exterior están equivocados. Wittgenstein critica explícitamente los llamados argumentos de concebibilidad : “¿Podría uno imaginar que una piedra tuviera conciencia? Y si alguien puede hacerlo, ¿por qué eso no debería simplemente probar que tal manipulación de imágenes no nos interesa?” [31] Considera y rechaza también la siguiente respuesta:
«Pero si supongo que alguien sufre, entonces simplemente supongo que él tiene exactamente lo mismo que yo he tenido tantas veces.» — Esto no nos lleva más lejos. Es como si yo dijera: «Seguro que sabes lo que significa «Aquí son las cinco en punto»; por lo tanto, también sabes lo que significa «Son las cinco en punto en el sol». Significa simplemente que allí es exactamente lo mismo que aquí cuando son las cinco en punto.» — La explicación por medio de la identidad no funciona aquí. [32]
Así pues, según Wittgenstein, los estados mentales están íntimamente relacionados con el entorno del sujeto, especialmente con su entorno lingüístico, y con su concebibilidad o imaginabilidad. Los argumentos que afirman lo contrario son erróneos.
Además de las oraciones ambiguas, Wittgenstein habló de figuras que pueden verse y entenderse de dos maneras diferentes. A menudo, uno puede ver algo de una manera sencilla, viendo que es un conejo, tal vez. Pero, en otras ocasiones, uno se da cuenta de un aspecto particular, viéndolo como algo.
Un ejemplo que utiliza Wittgenstein es el “ pato-conejo ”, una imagen ambigua que puede verse como un pato o como un conejo. [33] Cuando uno mira al pato-conejo y ve un conejo, no está interpretando la imagen como un conejo, sino que más bien informa lo que ve. Uno simplemente ve la imagen como un conejo. Pero ¿qué ocurre cuando uno la ve primero como un pato y luego como un conejo? Como indican las observaciones gnómicas en las Investigaciones , Wittgenstein no está seguro. Sin embargo, está seguro de que no podría ser el caso de que el mundo externo permanezca igual mientras se produce un cambio cognitivo “interno”.
Bertrand Russell hizo el siguiente comentario sobre las Investigaciones filosóficas en su libro Mi desarrollo filosófico :
No he encontrado en las Investigaciones filosóficas de Wittgenstein nada que me pareciera interesante y no comprendo por qué toda una escuela encuentra en sus páginas una sabiduría importante. Psicológicamente, esto es sorprendente. El Wittgenstein anterior, a quien conocí íntimamente, era un hombre adicto a un pensamiento apasionado e intenso, profundamente consciente de problemas difíciles cuya importancia yo, como él, percibía, y que poseía (o al menos eso creía) un verdadero genio filosófico. El Wittgenstein posterior, por el contrario, parece haberse cansado del pensamiento serio y haber inventado una doctrina que haría innecesaria tal actividad. No creo ni por un momento que la doctrina que tiene estas consecuencias perezosas sea verdadera. Sin embargo, me doy cuenta de que tengo una tendencia abrumadoramente fuerte en contra de ella, porque, si es verdadera, la filosofía es, en el mejor de los casos, una ligera ayuda para los lexicógrafos y, en el peor, un ocioso entretenimiento de mesa de té. [34]
En su libro Palabras y cosas , Ernest Gellner criticó duramente el trabajo de Ludwig Wittgenstein , J. L. Austin , Gilbert Ryle , Antony Flew , P. F. Strawson y muchos otros. Ryle se negó a que el libro fuera reseñado en la revista filosófica Mind (que él editaba), y Bertrand Russell (que había escrito un prólogo aprobatorio) protestó en una carta a The Times . Recibió una respuesta de Ryle y se produjo una larga correspondencia. [35]
Además de subrayar las diferencias entre las Investigaciones y el Tractatus , algunos enfoques críticos han afirmado que existe más continuidad y similitud entre las dos obras de lo que muchos suponen. Uno de ellos es el enfoque del Nuevo Wittgenstein .
El debate sobre los lenguajes privados se revitalizó en 1982 con la publicación del libro de Kripke Wittgenstein on Rules and Private Language . [36] En este trabajo, Kripke utiliza el texto de Wittgenstein para desarrollar un tipo particular de escepticismo sobre las reglas que enfatiza la naturaleza comunitaria del uso del lenguaje como fundamento del significado. [37] Los críticos de la versión de Kripke de Wittgenstein se han referido a ella jocosamente como "Kripkenstein", [38] académicos como Gordon Baker , [39] Peter Hacker , [39] Colin McGinn , [40] y John McDowell [41] lo ven como una mala interpretación radical del texto de Wittgenstein. Otros filósofos, como Martin Kusch , han defendido las opiniones de Kripke. [42]
Investigaciones filosóficas no estaba lista para su publicación cuando Wittgenstein murió en 1951. G. E. M. Anscombe tradujo el manuscrito de Wittgenstein al inglés y se publicó por primera vez en 1953. Existen múltiples ediciones de Investigaciones filosóficas , y la tercera edición popular y la edición del 50.° aniversario fueron editadas por Anscombe:
el orden de posibilidades, que debe ser común al mundo y al pensamiento... debe ser absolutamente simple.