[3] Su extraordinaria cola mide casi tanto como el resto de su cuerpo.
El lóbulo inferior de la cola es pequeño, pero el superior es muy largo, arqueado y terminado en punta.
Cuando nada cerca de la superficie, a veces derriba con la cola aves marinas que vuelan bajo.
El retórico romano (del siglo II d. C. ) Claudio Eliano dedica una breve historia a hablar sobre el tiburón zorro en el Libro I de su obra Sobre la naturaleza de los animales (en griego: Περὶ ζῴων ἰδιότητος Perí zóon idiótitos; en latín: De Natura Animalium o Historia animalium).
Dice también que suelen atacar en conjunto a grupos de delfines hasta separar del grupo a su presa; cada tiburón zorro marcha con su trozo que ha podido separar de su presa y deja los restos.