A la edad de 11 años, Montero se reunió con un grupo de amigos y crearon sus propias obras, las cuales fueron presentadas a su familia y amigos.
Durante este tiempo, ella quedó embarazada de su tercera hija, Jezabel Montero.
Entonces decidió estudiar Inglés y tomar clases de mecanografía.
Allí, se encontró con un viejo amigo con quien había hecho teatro en Cuba.
Su esposo no estaba de acuerdo con su actuación, lo que condujo a su divorcio.