Debido a sus actuaciones en esas series infantiles, Zilka pasó a pertenecer al imaginario infantil de varias generaciones de brasileños, siendo reconocida por el público como la Vovó Benta.
Sus papeles fueron mejorando, logrando entonces hacer importantes piezas, y siempre más comedias que dramas.
Hizo sus inicios como actriz profesional en el filme "Cidade-mulher" (1936), de Humberto Mauro.
Transgresora de las costumbres moralistas, fue la primera en quitarse la ropa en el escenario, en 1950, en la pieza A Copa do Mundo.
Su último papel en la TV fue en Esperança (2002), de Benedito Ruy Barbosa, año en que también actuó en el filme "Xuxa e os Duendes 2".