Después de esta carrera entró en la Asociación Atlética Avilesina, donde descubrieron unas habilidades innatas para el salto.
[6] Se destapó como competidor de la élite mundial en los Mundiales de Maebashi en 1999, donde saltó 8,56 y forzó a Iván Pedroso a saltar 8,62 para llevarse el oro.
[7] Su plata significó el récord europeo en pista cubierta, que permanecería imbatido casi diez años.
[4] Se mantuvo en la élite de la alta competición hasta 2004, saltando habitualmente más allá de los ocho metros, y protagonizando varios duelos con Pedroso, aunque las lesiones lastraron su participación en los Juegos Olímpicos.
Poco después se operó en Finlandia a manos de Sakari Orava, pensando en recuperarse en unos meses.
Por último, en 2006 se rompió los dos tendones, dos semanas antes de la planeada reaparición en competición.