Kemeny falleció en 2000, pasando la administración del yacimiento a sus hijos Marcelo y Emérico Kemeny Füller,[3] arquitecto y fotógrafo, quien falleció en 2005 a causa de un cáncer de pulmón .
Se elevaron todas las medidas de seguridad introduciendo cuadrillas de fortificación, equipos especialmente dedicados a estas tareas y todos los elementos para realizar y controlar este proceso.
Se contrataron prevencionistas de riesgo clase A y B adicionales (la mina ya contaba con un Prevencionista Senior Clase A según consta en los contratos), y se contrató un geomecánico de planta para supervisar y controlar la seguridad de la mina y sus accesos en forma diaria (previamente se tenía asesoría externa puntual según consta en los libros de control geomecánico).
En todo caso, este desprendimiento de roca puntual fue en un nivel muy inferior y no tuvo ninguna relación geomecánica con el accidente imprevisible de agosto del 2010.
Durante el tiempo en que los mineros estuvieron atrapados en la mina, se formó alrededor de ella un asentamiento con los equipos de rescate, familiares y prensa, que se hizo conocido como "Campamento Esperanza".