Podemos observar cómo, por ejemplo, los retrovirus porcinos infectan células animales in vitro o cómo, también, son vectores de transmisión de gripe aviar.
Por ello, los cerdos dedicados al trasplante se tienen que criar en granjas asépticas y los partos realizarse por cesárea.
Los cerdos poseen secuencias PERV (retrovirus porcino endógeno) en sus genomas.
Gracias a la ingeniería genética y a la tecnología de la clonación de cerdos, en la actualidad se pueden criar sin portar la secuencia PERV y sin galactosil transferasa α 1-3.
Aunque se realiza un tratamiento inmunosupresor en pacientes receptores, la virosis constituye un problema intratable con antibióticos y siempre se mira con miedo de una posible pandemia.