Włodzimierz Smolarek

No era un clásico 11 que desbordase siempre por la banda, tenía velocidad, potencia, y su fuerte era su capacidad de asociación y su temible disparo que lo hacían uno de los futbolistas más peligrosos del Este.

A los 29 años, tal y como marcaba la legislación de su país, pudo comenzar su carrera en Europa occidental.

La primera fue en España 1982, donde anotó un gol en la goleada por 5:1 ante Perú en La Coruña y fue figura clave, junto a Lato y Boniek para que su selección logre avanzar a las semifinales, donde obtuvo el tercer lugar.

Su segundo mundial fue México 1986, donde anotó 1 gol en la victoria por 1:0 ante Portugal en Monterrey, aunque Polonia solo llegó a octavos cayendo 4-0 ante Brasil.

Era el padre del también futbolista polaco y seleccionado de su país Euzebiusz Smolarek.