Cuando Winnie terminó sus estudios, Sudáfrica ya estaba inmersa en un sistema político racista, simpatizante de la Alemania Nazi.
Cuando Nelson Mandela entró en prisión Winnie se convirtió en su representante y voz fuera de la cárcel, siguió luchando contra las injusticias raciales y el movimiento apartheid, además se convirtió “en una activista política por derecho propio” (Bridger, 2015[5]) La situación en Sudáfrica era complicada y la lucha contra el apartheid aún más, hasta tal punto que en 1969 este mismo movimiento mandó que la arrestaran, además de eso la torturaron en diversas ocasiones.
Expirada la orden de destierro, se instaló en Soweto y radicalizó el partido, llegando a apoyar la resistencia armada contra el régimen blanco.
Para ello, formó el MUFC (Mandela United Football Club), grupo que cometió una serie de crímenes, asesinatos y secuestros.
Cuando su marido salió de prisión las cosas se pusieron tensas debido a las acusaciones en su contra, y en 1992 decidieron separarse.