William Arthur White

En 1864, fue ascendido al cargo de cónsul en Danzig; sin embargo, la Cuestión Oriental fue la gran pasión de su vida y, en 1875, logró ser transferido a Belgrado como agente y cónsul general en Serbia.

En 1884, Lord Granville le ofreció escoger la legación en Río de Janeiro o en Buenos Aires; y, en 1885, Lord Salisbury, quien estaba entonces en la Foreign Office, lo urgió a que fuera a Pekín, al señalarle la creciente importante del puesto.

Un buen amigo de White, Sir Robert Morier, le escribió en el mismo sentido.

Con ello, se convirtió en el primer católico nombrado para una embajada británica desde la Reforma protestante.

Los honores oficiales concedidos a White culminaron en 1888, cuando fue nombrado caballero gran cruz de la Orden del Baño y recibió un escaño en el Consejo Privado.