[2] Era colaborador del Berlíner Illustrirten Zeitung y del Münchner Illustrierten Presse con los que realizó diferentes reportajes.
Su afición por la aviación le permitió trabajar desde aeronaves y practicar el paracaidismo.
Algunas de sus fotografías más conocidas están ligadas a este hecho como el reportaje realizado durante su bajada en paracaídas que apareció en 1929 en la exposición Film und Foto.
Durante la Segunda Guerra Mundial vuelve a ser corresponsal para la aviación alemana.
Al finalizar la misma tiene que dedicarse a los reportajes por encargo, por ello se trasladó en 1949 a Múnich y poco más de año después a Offenburg donde encontró trabajo en una editorial y vivió el resto de su vida.