Bajo esta directriz, McCartney usó la primera toma de cinco canciones publicadas en Wild Life.
Tras los ensayos, la banda se trasladó a los Abbey Road Studios con Tony Clarke como ingeniero de grabación.
El nombre del ingeniero puede oírse al comienzo de la canción «Mumbo», donde Paul dice: «Take it, Tony».
La publicación del álbum fue seguida con reacciones poco entusiastas por parte de la crítica musical.
John Mendelsohn se preguntó en una crítica para la revista musical Rolling Stone si el disco era «deliberadamente de segunda categoría».