George Pal pensaba en una obra lujosa y de mayor presupuesto, pero terminó viéndose obligado a reducir sus expectativas.
[3] Creó el diseño del arca espacial construida para lanzar a los supervivientes elegidos.
El boceto tiene estructuras artificiales visibles en la distancia cuando los viajeros bajan del arca, lo que sugiere una civilización extraterrestre.
Bosley Crowther del The New York Times señaló en su reseña que George Pal había continuado con el tono de su otra epopeya profética, Destino la Luna: "...esta vez el adivino científico, cuyas predicciones tienen la virtud, al menos, de estar representadas en términos visuales provocativos, ofrece un consuelo bastante frío para aquellos académicos que quieran seguirle la corriente.
Informó que "excepto por un susurro de aplausos para saludar un aterrizaje perfecto, la audiencia somnolienta en el Globe, donde se estrenó la película ayer, mostró un ligero interés.