La conversación es superficial, pero Arnold y Maia dejan entrever infelicidad general en su vida.
El gerente no sabe mucho sobre ella, e intenta excusarse antes de que Squire Ulfheim pueda verlo.
Squire Ulfheim se ha detenido en el balneario en su camino para cazar osos en la montaña, e insiste a la pareja que debe unirse a él, ya que las montañas no están contaminadas por la gente.
Durante su conversación, ella explica que posar para Arnold era similar a una especie de "auto asesinato", donde capturó su alma y la puso en su obra maestra, una escultura llamada 'Resurrección'.
Aunque 'Resurrección' le trajo una gran fama y muchos otros trabajos, siente una muerte interior similar a la de Irena.
Irena alude misteriosamente haber matado a todos sus amantes desde que posó para Arnold.
El segundo acto tiene lugar fuera del centro de salud en las montañas.
Quiere vivir con Irena porque ella tenía la llave de la cerradura que contiene su inspiración artística.
La relación nunca fue sexual, porque Arnold sintió que habría arruinado la creación de 'Resurrección'.
En un momento, Arnold se refiere a su "episodio", e Irena saca su cuchillo, preparándose para apuñalarlo por la espalda.
Se canta una pequeña canción para sí misma: "Soy libre ... ¡Ya no estoy en prisión, ni lo estaré!
Está convencida de que la monja la internará en un asilo y saca el cuchillo otra vez para suicidarse.
(La paz sea contigo), ya que la canción de Maia aún permanece en el aire.