Los wankh son una especie relativamente joven, aunque más antigua que los humanos, llegó a Tschai hace unos diez mil años, con motivo de su guerra con los dirdir.
Se comunican con unos sonidos, carillones, que producen por un órgano en la base del cráneo.
Aunque mantienen múltiples fortalezas en Tschai, no están interesados en el planeta, permaneciendo allí por motivos exclusivamente estratégicos.
Su idioma es muy complejo, y han desarrollado una versión simplificada para comunicarse con los hombres-wankh, que hacen de intermediarios con el exterior.
Para evitar que la guerra acabe y los wankh dejen el planeta, los hombres-wankh les mantienen desinformados, magnificando la amenaza dirdir.