En esa época, sin embargo, no demostró algún destello en particular; hasta que un cazatalentos vislumbró las cualidades del joven.
El siguiente año, el titular de tercera base fue transferido a otro equipo, por lo que Boggs tomó el puesto.
Esa temporada su ofensiva llegó a un magnífico .361, llevándose así su primer título individual con el bate.
En los siguientes dos años (1987 – 1988) Wade fue líder a la ofensiva, terminando su racha de cuatro lideratos consecutivos.
Con esta franquicia logró el primer home run en la historia del equipo y su hit número 3.000.