Voto sustractivo

La propuesta se fundamenta en dos líneas argumentales: En términos formales, el voto sustractivo se plantea como una variante, simplificada y menos expuesta al voto estratégico, de sistemas en que el votante debe jerarquizar el orden de sus preferencias, como en los de Borda, Condorcet o Schulze.

Cuando un ciudadano se siente razonablemente representado por un candidato, el voto aditivo es la manera más directa de manifestar su apoyo.

Pero cuando esto no ocurre, sus alternativas son no votar, emitir un voto en blanco o hacerlo por alguno que resulte indiferente, ante la eventualidad de que resulte electo un candidato particularmente indeseable.

El voto traslada la lucha al campo electoral, eliminando la violencia, pero manteniendo el principio.

Para imponerse, un candidato no sólo debe atraer simpatizantes, sino que debe evitar generar odiosidad en el resto (se asume que hay más de dos candidatos).