Kurt von Neergaard (1887-1947).
En 1929 descubrió que se necesitaba menos presión para inflar un pulmón con líquido que con aire.
Este hallazgo sugería la existencia de tensión superficial en la interfase aire-líquido de los alvéolos.
Kurt von Neergard también descubrió que la tensión superficial en el pulmón era menor que la que se esperaba para una interfase aire líquido simple y sugirió la presencia de alguna sustancia tensioactiva.
Sus investigaciones sentaron las bases para el descubrimiento del surfactante pulmonar y la explicación de la enfermedad de las membranas hialinas en los niños prematuros.