Asimismo la cumbre se ha visto afectada por el calentamiento global, a tal punto que en el año 2008 perdió sus últimos remanentes glaciares.
En otoño y primavera pierde casi en su totalidad el hielo, que recupera en verano.
Sus pendientes son empinadas como lo evidencian los caminos en zigzag en el flanco sureste de la montaña.
La región tuvo alguna vez extensos glaciares durante el último máximo glacial, hace unos 20.000 años.
El campamento base se encuentra a unos 5200 m s. n. m. A partir de las primeras horas de la mañana, se puede ver el amanecer desde la cima (en determinadas épocas del año es posible incluso ver en el horizonte el litoral peruano).