Tras terminar la carrera en 1860, fue nombrado ayudante del departamento universitario de anatomía.
Más tarde amplió su formación en Alemania y Austria, donde tuvo por maestros a algunos de los más eminentes especialistas en anatomía y fisiología de Europa.
Realizó investigaciones histológicas sobre las glándulas suprarrenales, riñón y hueso, a partir de 1860 comenzó a estudiar la estructura miscroscopica del sistema nervioso, este interés por el cerebro se vio incrementado con la lectura en 1863 de la obra del fisiólogo Iván Séchenov titulada Reflejos del cerebro.
Realizó numerosas innovaciones técnicas para mejorar las preparaciones de tejidos y observarlas con mayor nitidez mediante el microscopio, asimismo formó una enorme colección de 8941 cerebros, pertenecientes a humanos sanos, afectos de diferentes enfermedades y animales, incluyendo monos, perros y ratas.
La descripción original fue publicada en el artículo Anatomischer Nachweis Gehirncentra (1874).