El vizcondado de Cerdaña fue una jurisdicción feudal del condado de Cerdaña regida por vizcondes, primero amovibles y luego hereditarios.
En la segunda mitad del siglo X el título se convirtió en hereditario.
En 1126 pasó por matrimonio a los vizcondes de Alto Urgel, que se titularon vizcondes de Castellbó y Cerdaña (finalmente solo Castellbó).
Las posesiones hereditarias de los vizcondes eran: Joc en Conflent; Merencs en Sabartois; los castillos de San Martín, Miralles y Queralt en el Baridà; y Maranges y Girul en el condado de Cerdaña.
En 1141 se lo unió jurídicamente al vizcondado de Castellbó.