Villa Excélsior

[1]​ La casa fue levantada en 1912 por Manuel Méndez de Andés tras recibir una importante herencia de su tío, un emigrante indiano que había creado en Argentina la empresa La Abundancia, cuyo producto más conocido eran los cigarrillos Excélsior.

La finca cuenta además con dependencias auxiliares, capilla y cuadras decoradas con azulejos de La Cartuja (Sevilla).

Destacan en el edificio, con una planta rectangular de 600m2, las galerías, balcones, porches, terrazas, cubiertas y, especialmente, las ventanas multiformes, que no atienden a especial tendencia pero que imponen por su grandilocuencia.

Su última inquilina fue Esther Méndez de Andés, que falleció en 1999 a los 99 años.

[4]​ Desde entonces, el caserón ha pasado por un largo periodo de abandono y ha sufrido innumerables saqueos.