Los usos que se le puede dar a este vidrio son múltiples, tanto en casas, oficinas, locales comerciales y muchas aplicaciones más.
Sin embargo, cuando el sol incide directamente en la habitación y la ventana electrocrómica se oscurece hasta alcanzar una transmitancia del 11% las diferencias de gasto energético, respecto de la ventana tintada, son mínimas.
Esta diferencia de gasto en energía de iluminación se nota más cuando la luz exterior es más tenue (por la mañana y por la tarde) y la ventana electrocrómica recupera gran parte de la transmitancia mientras que la tintada se mantiene en el 11%, haciendo necesario más gasto en luz interior con la segunda ventana.
El vidrio electrocrómico hizo su debut mundial en el Salón del Automóvil de Detroit en enero de 2005, al ser incorporado por primera vez en los retrovisores del Ferrari 575 Superamérica.
Aun así, actualmente no es un vidrio que esté muy extendido en el automovilismo y la construcción al ser entre dos y tres veces más caro que el vidrio común.
El vidrio electrocrómico está compuesto por siete capas de diferentes materiales.
Entre estas dos últimas capas citadas están las tres centrales, y en ellas es donde se produce la reacción química que hace oscurecer a la ventana.
El M+ es un catión metálico (normalmente Li+), o un protón H+ que se intercala a la red de WO3 cuando éste es reducido mediante un voltaje externo aplicado.
Los iones positivos (cationes metálicos y protones), que estaban almacenados en la capa del contraelectrodo, atraviesan la capa del conductor iónico hasta llegar al material electrocrómico (en este caso el WO3) cuando éste recibe una corriente eléctrica (recibe electrones procedentes de la capa conductora que está al lado opuesto del contraelectrodo).
La reacción química que se produce en la capa electrocrómica tiene una duración directamente proporcional a la superficie del vidrio.
En un espejo retrovisor del coche puede tardar seis segundos en oscurecerse y diez en recuperar la claridad.
El vidrio puede estar programado para absorber sólo una parte del espectro de la luz, como los rayos infrarrojos.