Harlan le muestra a Max "Videodrome", un programa de televisión sin trama, aparentemente transmitido desde Malasia, que muestra la brutal tortura y el eventual asesinato de víctimas anónimas.
Max sale con Nicki y, durante la cita, ella se excita sexualmente cuando este le muestra un episodio de "Videodrome" y lo convence de tener sexo sadomasoquista con ella mientras lo miran.
Max contacta a Masha, una directora de pornografía softcore, y le pide su ayuda para descubrir la verdad sobre "Videodrome".
También le comenta que el profesor O'Blivion es conocedor del programa y está vinculado con el mismo.
Max inicia la búsqueda de O'Blivion localizando un refugio para personas sin hogar donde se alienta a los vagabundos a participar en sesiones de maratón para ver televisión.
Ella le dice que con sus acciones ha debilitado "Videodrome" pero para vencerlo por completo debe ascender al siguiente nivel y "abandonar la vieja carne".
Posteriormente la televisión muestra una imagen de Max disparándose en la cabeza lo que provoca la explosión del estudio donde está.
Recreando lo que acaba de ver en la televisión, Max pronuncia las palabras "Viva la nueva carne", apunta el arma a su cabeza y aprieta el gatillo tras lo cual la pantalla funde a negro.
[10] Se usaron cintas de video Betamax como elementos para insertar en la ranura del estómago de Max porque las cintas en formato VHS eran demasiado grandes para caber en la falsa herida abdominal.
Cronenberg describió su visión original del final de la siguiente manera: "Después del suicidio, Max termina en el set de 'Videodrome' con Nicki, abrazándose y besándose y cosas como esa.
[11] La partitura se compuso para seguir el descenso de Max Renn a las alucinaciones de vídeo, comenzando con una música orquestal dramática que incorpora progresivamente, y finalmente enfatiza, la instrumentación electrónica.
[12] En 1998 y 2000 el mismo sello reeditó la banda sonora en formato de disco compacto.
Se ha descrito como una "película tecno-surrealista inquietante"[14] y "ardientemente intenso, caótico, indeleblemente surrealista, absolutamente como nada más".
[18] Gary Arnold de The Washington Post (1983) le dio a la película una crítica negativa, llamándola "estúpida y aburrida: demasiado fallida como para sobrevivir a la exposición que tendrá por parte de los amantes del terror, que por otro lado acabarán desilusionados con la obra".
La Nueva Carne es la integración del cuerpo en el sistema de la tecnología: la unión mano-pistola.
A pesar de su pobre desempeño comercial la película ganó varios premios tras su lanzamiento.
Mark Irwin recibió un Premio CSC (Sociedad Canadiense de Cinematógrafos, por sus siglas en inglés Canadian Society of Cinematographers) a la Mejor Fotografía.