Admirador de Rabindranath Tagore lo da a conocer en los círculos orensanos.
Risco se esforzará por darle un nuevo impulso a la literatura gallega con artículos sobre Arthur Rimbaud, Paul Verlaine, Apollinaire u Omar Khayyam.
Ya en 1918 había publicado un artículo con el mismo nombre, donde se esbozaban las ideas que ahora recopila en el libro.
En la II y la III (Santiago de Compostela, 1919; Vigo, 1921), Risco, secundado por Antonio Losada, consiguió imponer su postura.
Propugnaba un mayor radicalismo nacionalista, un abstencionismo activo y una voluntad de hegemonizar el movimiento agrarista.
Tras la creación de la Irmandade Nazonalista Galega y la ruptura con la Irmandade da Fala de La Coruña y con A Nosa Terra Risco escribe para Rexurdimento, el órgano de la Irmandade Nazonalista, aunque al poco tiempo reanuda sus colaboraciones en A Nosa Terra, que tratarán sobre temas culturales, sólo en 1928 vuelve a escribir sobre temas políticos para pedir el regreso al sistema parlamentario.
Los cuatro meses que pasa en Alemania lo marcan ideológicamente hacia un pensamiento más conservador y católico, Risco describió su periplo europeo en unas crónicas para A Nosa Terra que posteriormente recogería en el libro Mitteleuropa (1934).
En 1933 publicó Nós, os inadaptados, donde mostró su concepción cíclica y espiritual de la historia.
Pero fue desde 1938 cuando comenzó a colaborar con La Región con artículos al servicio de los sublevados, consumándose lo que sus antiguos compañeros en el exilio consideraron una traición a los ideales galleguistas, simbolizada en la frase que Castelao dejó en Sempre en Galiza: "dicía Risco, cando Risco era alguén".
Risco se jubila en 1954, pero continúa publicando trabajos de etnografía en la prensa gallega.
Defendía la Edad Media, que en su opinión estaba llena de tópicos negativos creados por la Ilustración y la Revolución francesa.
[14] Renegaba del Contrato social de Rousseau, afirmando que "representa la sustitución de los grupos humanos naturales (tribu, clan, familia) por agrupaciones artificiales o ciudades"[15] Manifestó desde joven ideas racistas, que con el paso del tiempo se conformaron como antisemitas,[16] materializadas en su Historia de los judíos de 1944 (con diversas reediciones durante la España franquista y donde expone su ideario pronazi, adquirido durante un viaje por Alemania en 1932).
[17][18] Epígono del esencialismo de Manuel Murguía en cuanto al concepto de nación, vio a la península ibérica como divisible en dos a partir del río Duero: la zona norte sería aria y superior, y la sur, semita e inferior.
Su primer texto literario es el relato breve Do caso que lle aconteceu ó Dr. Alveiros, centrado en el tema del esoterismo y la magia.
Tras la Guerra Civil publicaría algunas obras en castellano, entre las que destaca la novela La puerta de paja.
En cuanto a ensayos destaca, Nós, os inadapatados, donde se representa el galleguismo del grupo Nós y, también Mittleuropa, recopilación de las vivencias de Risco en Centroeuropa durante el auge del nazismo, en 1930.