Hendrik Verwoerd

[2]​ Hijo de una familia neerlandesa que emigró a Sudáfrica cuando él tenía 2 años, se doctoró en 1924 por la Universidad de Stellenbosch y después se marchó a Alemania para completar su formación en Psicología, Sociología y Filosofía.

[6]​ El joven Hendrik cursó la educación básica en una escuela de Ciudad del Cabo hasta 1912.

Más tarde la familia se trasladaría a Bulawayo (Rodesia, actual Zimbabue); el hijo fue matriculado en el Milton High School y pudo beneficiarse de una beca concedida por la fundación del magnate Alfred Beit.

[8]​ Al regresar a Sudáfrica en 1928, la Universidad de Stellenbosch le concedió una plaza en Psicología Aplicada y Psicotécnica.

Seis años más tarde fue nombrado responsable del departamento de Sociología.

[3]​ Su interés por ese campo se incrementó durante la Gran Depresión, participando en trabajos sociales para ayudar a los sudafricanos de raza blanca sin recursos.

[3]​ Durante su estancia en Alemania conoció a su novia, Betsie Schoombie (1902-2000), con la que contrajo matrimonio en Hamburgo en 1927.

[3]​ El conservador Partido Nacional, que había obtenido los peores resultados electorales de su historia, pudo convencer al profesor para que asumiera el puesto de redactor jefe del diario Die Transvaler, dirigido a los habitantes del Transvaal y cuyo objetivo final era reconquistar a los votantes de la formación.

[11]​ Sin embargo, Verwoerd también hizo campaña contra el Ossewabrandwag, la organización pronazi de Sudáfrica y enfrentada al Partido Nacional.

[3]​ La retirada política de Daniel Malan en 1953 propició una lucha por el liderazgo del Partido Nacional.

[3]​ Aunque Malan prefería como sucesor al moderado Nicolaas Havenga, terminaría imponíendose el sector de Strijdom al que Verwoerd no dudó en apoyar, manteniendo así el ministerio de Asuntos Nativos.

En esta última etapa llegó a ganarse el apodo de «arquitecto del apartheid».

[3]​ Bajo su gobierno se impulsó la «política de desarrollo separado», cuyo mayor ejemplo son los «bantustán» —oficialmente, Homeland—, nuevos territorios en suelo nacional que operaban como reservas tribales de habitantes no blancos.

[19]​ Todas esas razones motivaron que muchos sudafricanos no blancos se negaran a abandonar sus hogares.

Los ciudadanos no blancos quedaron excluidos de las universidades públicas y en su lugar debían matricularse en instituciones terciarias, una para cada ascendencia étnica.

En 1959 se crearon competiciones deportivas separadas para cada raza, y en 1962 el ministro Johannes de Klerk anunció que los deportistas sudafricanos ya no podrían participar en eventos interraciales ni siquiera fuera del país.

[20]​ Las medidas de segregación racial conllevaron movilizaciones de los grupos contrarios al apartheid, en su mayoría del Congreso Nacional Africano (ANC) y el Congreso Panafricano (PAC), ambos procesados en el Juicio por Traición que comenzó en 1958.

Al final, la policía intervino por la fuerza y terminó disparando a los manifestantes.

Los líderes opositores fueron detenidos sin serles imputado cargo alguno, con más de 11 000 arrestados en total.

En aquella época, Sudáfrica era aún una colonia británica integrada en la Unión Sudafricana, así que la creación de un estado propio era una reivindicación clásica del nacionalismo afrikáner y del Partido Nacional.

Además, hubo numerosas sanciones económicas y se dificultó cualquier relación comercial internacional, con ánimo de que Sudáfrica cesara el apartheid.

El país continuó asistiendo a los Juegos Paralímpicos hasta la edición de 1980.

[23]​ La primera bala le perforó la mejilla y la segunda impactó en su oreja derecha.

[23]​ Pratt fue reducido de inmediato por un coronel, lo cual permitió que los guardaespaldas evacuasen al político.

Dos días más tarde, los médicos confirmaron la «evolución favorable» del primer ministro y autorizaron su traslado a Pretoria, toda vez quedó descartada cualquier pérdida de audición o equilibrio.

[5]​ El gobierno sudafricano organizó un funeral de estado al que asistieron 250.000 personas según la prensa nacional.

[10]​ Mediante este modelo discriminatorio, Sudáfrica se mantuvo como el único país del África austral gobernado por una minoría blanca hasta la década de 1990.

Cuando Hendrik Verwoerd fue asesinado, muchas calles, instalaciones e incluso alguna ciudad de Sudáfrica fueron renombradas en su honor.

Daniel Malan , primer ministro entre 1948 y 1953, nombró a Verwoerd ministro de Asuntos Nativos.
Mapa de los « bantustanes » propuestos en la Ley de Promoción de Autogobierno Bantú (1959).
Portada de Die Transvaler con el resultado del referéndum de 1960.
Tumba de Hendrik Verwoerd en Pretoria .