Veneno Para las Hadas (banda)

Después, en 1997, se conforma como una banda con intenciones de ser más experimental que obscura, aunque termina siendo adoptada por el género Dark.

Las cosas para la banda marchaban por sí solas: la primera presentación en el bar Las Hormigas, la invitación para abrirle a Hocico, la participación en el encuentro de música electrónica en el Chopo, toquines constantes compartiendo escenario con bandas representativas del género electrónico en los noventa, como Encefálisis, Portent, Cenobita, Ad Vitam Aeternam, soucerx y Ogo.

Nostalgia monocromática como el vehículo en el cual silencio y sonido coexisten; solo como esta música es el dulce veneno de todos aquellos que quieren tocar el cielo.

Veneno para las hadas es el sueño y vehículo de Ethel Castro (voz, concepto programación, instrumentos, producción) acompañada por Rubén Olvera (bajo, programación y grabación) en este periodo.

VPLH es un proyecto multidisciplinario que combina: artes visuales y performance y es una forma para reconectar los lazos rotos en la psique de todos, dejando una impresión duradera en tu concepción del sonido.

El bajista Rubén Olvera.